Los viajeros estallan por la subida de precios del autobús: "No tiene sentido"
"Es incomprensible, va a jugar en contra de Emtusa porque muchos cogeremos el coche", señalan los usuarios de abonos y tarjetas

Por la izquierda, Aron Pereira, subiendo al autobús en La Acerona; Raquel Barredo y José Félix Ibáñez, esperando al autobús en el Hospital de Cabueñes; Liber Castaño, en La Acerona, y Dolores García, en Cabueñes. / Marcos León
Como un jarro de agua fría. Así ha caído la subida de precios del autobús sobre los viajeros de Emtusa, de los cuales el 90% ya se vieron ayer afectados por la pérdida de la rebaja del 50% que estaba vigente desde 2023 como consecuencia del fin de las ayudas estatales al transporte público tras el resultado negativo de la votación en el Congreso del llamado decreto ómnibus. "Es incomprensible. De esta forma no se ayuda a utilizar el transporte público", señaló Raquel Barredo, una vecina de Nuevo Roces que hizo hincapié en que "vamos a ser muchos los que empecemos a coger el coche para movernos por Gijón".
El pasado año, Emtusa alcanzó su récord histórico de pasajeros con un total de 22,2 millones de usuarios. Barredo, una gijonesa de 27 años, pertenece al 93,3% que lo hizo pagando con bono o tarjeta. "Ese logro se consiguió gracias a que para los jóvenes, por ejemplo, era mucho más barato coger estos autobuses que moverse con sus coches. Ahora, en cambio, seguramente sea igual o incluso más caro si consigues aparcar en zona blanca", desarrolló. En su caso, después de que el Estado no vaya a aportar el 30% de la rebaja ni el Ayuntamiento el otro 20%, no titubeó a la hora de afirmar que "dejaré de montarme en bus a diario".
La pérdida de estos descuentos conlleva, entre otros aspectos, que el bonobús –la tarifa más utilizada por los viajeros– haya subido de los 0,38 hasta los 0,75 euros. Una de las usuarias que acostumbra a acceder al autobús de esta manera es Dolores García, una vecina de Pumarín de 55 años. "Suelo cogerlo por la mañana y a mediodía, pero ahora seguramente intentaré ir andando muchas veces. Y estoy segura de que mucha gente va a hacer lo mismo", indicó García en la parada del Hospital de Cabueñes, donde puso el foco en que "no se entiende que eliminen el descuento cuando se está viendo que está dando resultado". "Sería entendible que creciera un poco porque ya pasó la pandemia, pero los efectos económicos todavía continúan. Entonces, no es normal que suban hasta el doble", remató.
Quien también se desplazó hasta Cabueñes fue José Félix Ibáñez, quien lamentó tener que empezar a pagar 0,32 euros con el bono social reducido, al que puede acceder por su discapacidad. Hasta la subida, el coste era de 0,16 euros. "No tiene ningún sentido este cambio. Los políticos se echan las culpas unos a otros y lo acabamos pagando la sociedad", expresó Ibáñez, que subrayó que "va a bajar mucho el número de usuarios". "Vengo siempre a las 9 de la mañana hasta el Hospital de Cabueñes, siempre estaba lleno, y hoy (por ayer) ya pude venir sentado", abundó. "No tiene sentido que vengan hablando continuamente de las necesidades que tiene la gente y de lo importante que es coger el transporte público y después quitarles lo que más utilizan", zanjó.
En esa misma línea se pronunció Aron Pereira, un estudiante de 18 años que en diciembre empezó a hacer uso del abono mensual para menores de 26 años, el cual ha crecido de los 15,25 hasta los 30,50 euros. "Me lo saqué porque era más barato que la ConeCta, pero ahora empezaré a ir caminando a más sitios. Deberían encontrar un término medio para los que no tenemos tantos recursos", comentó este adolescente.
Liber Castaño, un cubano que llegó a Gijón hace 7 años y que a diario se desplaza desde El Natahoyo hasta Somió para trabajar, también lo ve así. "Tengo el abono mensual, que crece de 19,85 a 39,70 euros, y creo que va a empezar a ser más asequible coger el coche. Desde el gobierno deberían conseguir que hubiera unos descuentos al menos similares en todas las ciudades", relató Castaño, que hizo hincapié en que "estos cambios van a jugar en contra de Emtusa porque perderá a muchos usuarios".
Castaño aseguró que, debido a esta situación, ya ha tomado la decisión de adquirir un coche. "Estaba ya pensándomelo y esto me ha ayudado a decidirme. Creo que esto no se va a arreglar porque todo lo que sube de precio, después es complicado que lo vuelvan a bajar", concluyó.
Por su parte, Elías Dosantos, esperando al autobús en la calle Pedro Duro para regresar a La Calzada, destacó que "los nuevos precios son una barbaridad, sobre todo pensando en quienes los usan todos los días". "No es razonable que quisieran preparar todo el paquete en una misma ley. Por una mala gestión de los políticos, ahora pagamos los de siempre tanto en pensiones como en transporte", criticó Dosantos, antes de puntualizar que "también estaría bien que desde el Ayuntamiento se intentara continuar aplicando el 20% para que no se note tanto el incremento".
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