Crisis en Laboral Centro de Arte, que somete a una moción de confianza a su director: una gestión en entredicho

Un informe del Principado cuestiona el rumbo del centro con Pablo de Soto y pone en peligro la continuación del actual equipo a los tres años de su incorporación

Pablo de Soto, director de Laboral Centro de Arte.

Pablo de Soto, director de Laboral Centro de Arte. / Juan Plaza

Chus Neira

Chus Neira

Gijón

Casi tres años después de su nombramiento, en marzo de 2022, el artista gijonés Pablo de Soto se enfrenta al patronato de la Fundación Laboral Centro de Arte, Creación Industrial y Promoción Cultural, donde hoy se discutirá una moción de confianza para tomar una decisión sobre su permanencia en la dirección del equipamiento.

Fuentes próximas al órgano que gestiona Laboral Centro de Arte han confirmado a LA NUEVA ESPAÑA que las dudas en torno a la gestión de Pablo de Soto vienen de atrás y se arrastran desde el pasado mes de noviembre, cuando un informe de Inspección de Servicios del Principado de Asturias puso en duda la buena marcha de la instalación y motivó, a la postre, otro informe de la Consejería de Cultura, que hoy se debatirá en el seno del patronato. La reunión, a partir de las 10.00 horas, estará presidida por la consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez, y a ella asistirán también los directores generales de Patrimonio Cultural, Pablo León, y de Acción Cultural y Normalización Llingüística, Antón García.

El momento en que se plantea la moción de confianza a Pablo de Soto coincide con la presentación, la semana pasada, de una de las exposiciones más ambiciosas promovidas por el director, de la que él mismo ha sido comisario. Además, De Soto también ha exhibido en las últimas semanas el título de ser el equipamiento cultural asturiano que más ha crecido en el último año, con un 23% más de visitantes que en 2023 y un total de 62.636 entradas. La cifra venía condicionada, cierto, por el gran éxito de la exposición dedicada al universo del cantante y agitador cultural Rodrigo Cuevas, si bien el director aprovechó los buenos datos para declarar que Laboral Centro de Arte estaba "lanzado". "Vamos en buen camino", dijo hace solo dos semanas, "y esos datos son solo el reflejo de lo que está ocurriendo".

Contemplada con una perspectiva amplia, la crisis que podría generar la moción de confianza a Pablo de Soto se podría enmarcar dentro de la perpetua inestabilidad que ha caracterizado a Laboral Centro de Arte desde casi sus inicios.

Cuatro años después de la dimisión de la que fue su primera directora, Rosina Gómez Baeza, el rumbo del equipamiento y la estabilidad de su equipo y su presupuesto ha sido un lento pero constante despeñadero.

Tras la etapa inicial, Lucía García, inicialmente coordinadora, se ocuparía de la dirección hasta la llegada de Óscar Abril, que dimitió en 2015 por "falta de confianza mutua". Se fichó entonces a Karin Ohlenschläger, cuya dirección finalizó en 2021 y con ella la labor de Lucía García como gerente. La extinción de sus contratos de alta dirección dejó vía libre a un nuevo proceso de renovación de la estructura, mientras se acentuaba la fuga de patronos.

Con una fundación compuesta, principalmente, por la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Gijón, ahora en manos de Foro, el patronato extraordinario que se ha convocado hoy llega en medio de las quejas tanto por parte del Gobierno regional como del municipal por la dificultad del diálogo con la actual dirección y las profundas diferencias a la hora de valorar la situación del Laboral Centro de Arte y la forma de encarar su futuro.

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