Los problemas de empresarios gijoneses del turismo para encontrar personal: "Se ven pocas ganas de trabajar"

Empresas locales del sector alertan de graves dificultades para cubrir puestos de camarero, cocina y recepción: "Quieren trabajos menos sacrificados"

Un camarero en una sidrería.

Un camarero en una sidrería. / PABLO SOLARES

La falta de actitud y compromiso de los candidatos ante el trabajo se coloca, y de forma destacada, por encima de la carencia de experiencia, las condiciones de horarios, turnos o carga laboral y la formación como el primer problema que encuentran los empresarios del sector del turismo en Gijón a la hora de poder contratar personal. Y las mejores oportunidades laborales, sobre todo en cuanto a mayores retribuciones, que encuentra ese personal tanto en otros puntos de Asturias como fuera del Principado, la razón con la que justifica el empresariado local la dificultad de retener al personal con talento.

Dos reflexiones que se incluyen dentro del estudio "Prospección, identificación y análisis de necesidades formativas en las empresas de Gijón. Sectores: automoción, energía y turismo", elaborado por la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) a petición del Ayuntamiento y dentro del marco del pacto de concertación "Gijón Futuro". Este estudio servirá de base al área municipal de Empleo para adecuar su oferta formativa.

Trece de las quince empresas de turismo que han participado en este estudio aseguran que se encuentran un grado de dificultad alto o muy alto a la hora de cubrir las vacantes de empleo. Las mayores dificultades, dicen, se centran en la cobertura de puestos de camareros, cocina y recepción. Aunque en el estudio los empresarios también aseguran tener dificultades para cubrir otra tipología de puestos como monitores, comerciales o de administración. Hay que tener en cuenta que entre esas quince empresas hay desde hoteles a agencias de viajes pasando por centros culturales y firmas de hostelería y restauración.

"Pocas ganas de trabajar"

¿Cual es ese problema de actitud? Buceando en la parte del informe donde se reflejan los comentarios de los empresarios entrevistados algunos hacen referencia al rechazo de las personas que entrevistan al trabajo que se les oferta porque son muchas horas, o trabajos en horario nocturno o de fin de semana. O porque se les oferta un contrato de media jornada que no cubre sus necesidades económicas o a jornada partida que complica la conciliación. Hay entre los empresarios que tienen problemas para encontrar personal de servicio, limpieza y cocina quienes aseguran que "se ve poca vocación, pocas ganas de trabajar", que "los demandantes no entienden las necesidades del sector al estar en una sociedad acomodada a otro tipo de trabajos menos sacrificados" o que "se ha perdido la cultura del esfuerzo". De manera recurrente se habla de carencia de responsabilidad, motivación o disposición para adaptarse a las condiciones laborales entre el personal.

Al margen de las causas que encuentren los empresarios, lo cierto es que el sector turístico tiene un problema de personal. Algo que no es menor en un Gijón que ha apostado con fuerza por el turismo como motor económico de la ciudad. Los comentarios de los diez agentes económicos también entrevistados para el informe –sindicatos y asociaciones empresariales, fundamentalmente– llevan a la deducción de que en el sector hay un desajuste entre los demandantes de empleo y las necesidades de las empresas. Su conclusión es que el sector no es atractivo para el empleo por las propias condiciones del trabajo y que eso genera una rotación no deseable. Otra observación: la idea de los agentes de que la sociedad tiene una percepción más negativa y poco ajustada de la realidad actual del sector.

En base a este análisis y a las peticiones empresariales, y referido solo al ámbito del turismo, el informe propone dos bloques de acciones formativas a desarrollar. Uno sobre servicio al cliente centrada en el puesto de camarero y otra sobre cocina. Sobre ello habrá que ir trabajando.

Pero, además, y como reflexión general que afecta a todos los sectores económicos, los redactores del estudio destacan la necesidad de que las empresas tengan muy en cuenta el cambio de perspectiva ante el empleo de las nuevas generaciones. Un elemento que consideran "determinante". Indica el estudio que los jóvenes de hoy en día se manejan con valores y motivaciones diferentes a los de la generaciones anteriores. Así los miembros de las generaciones Z y "millennial" no tendrían problema en irse de una empresa que no les permitiera conciliar su vida laboral con la personal. Ni tienen tan arraigo como generaciones anteriores el concepto de la fidelidad.

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