Emotiva despedida en Somió a Ignacio Figaredo Alvargonzález: "Fue un alma libre, pero de gran corazón"

Emotiva, muy emotiva despedida esta mañana en la parroquia de San Julián de Somió a Ignacio Figaredo Alvargonzález, fallecido el miércoles en Madrid a los 74 años. El sacerdote jesuita Kike Figaredo, prefecto apostólico de Battambang, y uno de los hermanos del fallecido, fue el encargado de oficiar un funeral en un templo que estuvo abarrotado. El religioso se encargó de glosar la figura de su hermano, tanto en su faceta personal, como laboral, recordando su gran afición por la naturaleza y la cetrería. También tomó la palabra Ignacio Figaredo Ongil, su hijo, quien con una breve semblanza emocionó a todos en la iglesia rememorando alguna de las mejores anécdotas de su padre. "Fue un alma libre, pero de un gran corazón", destacó Kike Figaredo.

Ignacio Figaredo recibirá sepultura en Oviedo en la intimidad familiar. Empleado del Banco exterior de España, su periplo profesional le llevó a trabajar en muchos países. Entre ellos, Baréin, Egipto y Suiza. Su pasión por la cetrería era de sobra conocida. Fue uno de los primeros criadores de halcones del país. Y su afición le llevó a entablar amistad con Félix Rodríguez de la Fuente. Tenía, además, tres nietos que se habían convertido en los últimos años de su vida en su debilidad. "Mi padre ha sido un hombre bueno, honrado y generoso. Un disfrutón de la vida", expresó su hijo, sacando fuerzas de flaqueza para controlar las lágrimas.

Kike Figaredo fue el encargado de conducir la misa. Le secundaron el superior de los Jesuitas, Alfredo Florez Cienfuegos-Jovellanos, y José Juan Hernández, párroco de Villalegre y La Luz (Avilés). Figaredo se centró en cinco aspectos diferentes de la vida de su hermano. "Vivió la vida de forma vital, con pasión. No todo el mundo vive así. Dio una lección a la hora de tomar decisiones sabiendo que hay que tomarlas desde el corazón", acuñó el sacerdote. "Fue amante de sus seres queridos y de la naturaleza. Amó la caza y la cetrería", afirmó Figaredo, que recordó a "Minus", uno de los halcones de su hermano.

"Fue además muy amigo de sus amigos", prosiguió el sacerdote, que también habló de la vida en familia. "Fue un alma libre y nosotros decíamos que era un tormento. Le gustaba ir a lo suyo, pero siempre con buen corazón. Siempre había un cambio y una ayuda si se le decían las cosas. Nos educó en la corrección fraternal para ser buenos hermanos", describió. "Fue abuelo tres veces y padre una sola vez. Le dio cariño y ternura a sus nietos", finalizó Figaredo.

La intervención del hijo fue de los momentos más emotivos de la mañana. "Mi padre fue un personaje único al que le encantaba reír. Le faltaban horas del día", recordó. "Siento un gran orgullo de haber tenido un padre como él, fue amigo, padre y confidente", expresó Ignacio Figaredo Ongil. La misa terminó como acostumbran las de Kike Figaredo. Con el gesto camboyano de la flor de loto para despedir a a Ignacio Figaredo Alvargonzález.