Los jesuitas de Gijón alimentan la vocación científica de sus alumnos: "Lo importante es la dedicación; no hace falta ser un genio"

"Desde niña sabía que quería ser científica". Así expresó Vanessa Pilati a los alumnos de 1º de Bachillerato del colegio Inmaculada de Gijón su vocación desde pequeña y que ha terminado por convertirse en su trabajo. Junto a ella, otras seis científicas participaron esta mañana en un desayuno por el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia donde pudieron hablar con 45 jóvenes del centro de los jesuitas, todos de la rama científica, para conocer sus inquietudes y desvelar sus labores en diferentes campos de la investigación como la biotecnología o la ingeniería mecánica. La iniciativa ha sido impulsada por MediaLab, el laboratorio universitario de tecnología y diseño de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de Gijón.

Pilati es licenciada y doctora en Física y llegó hace unos años desde Brasil a Oviedo, donde es investigadora de la Universidad. Las estudiantes se interesaron sobre sus primeros años de estudio y ella les aclaró que en su caso "lo importante fue la dedicación" y que no hace falta "ser un genio" para estudiar una carrera como Física. También participaron Deva Menéndez, graduada en Náutica y Transporte Marítimo y piloto de segunda de la Marina Mercante; Claudia Álvarez, estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones; Leyre Fraile, graduada en Biotecnología; Lorena Ferreiro, ingeniera Mecánica; María González, enfermera y fisioterapeuta y Verónica Soto, oficial de la Marina Mercante. Por turnos, las siete científicas fueron rotando por los grupos de alumnos para tener una charla distendida sobre lo que quieren hacer en el futuro. "Lo bueno de esto es que podemos conocer a grandes rasgos las carreras a las que podemos optar, porque ahora solo sabemos cosas más concretas", expresó Tristán Terán, uno de los alumnos de la rama biosanitaria.