"Mazcaraos" da un giro arriesgado para buscar la tercera seguida en el Antroxu gijonés

"No tenemos esa presión, pero es algo que nos gustaría", confiesa su nuevo presidente, Jonathan Moro, que anuncia que su nueva propuesta "será muy diferente, no queríamos encasillarnos"

Foto de familia de la charanga "Mazcaraos", en un ensayo en el colegio de Castiello. | JUAN PLAZA

Foto de familia de la charanga "Mazcaraos", en un ensayo en el colegio de Castiello. | JUAN PLAZA

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Gijón

Se puede caer de pie. O a lo grande. Debutaron con un segundo puesto. Y las dos siguientes ediciones se convirtieron en los campeones. Y como no hay dos sin tres, para la cuarta edición, la joven charanga "Los Mazcaraos" aspira a mantenerse de nuevo en lo alto. Una tarea muy difícil, que no les intimida, pero que tampoco obsesiona a esta formación que tiene su local social en Contrueces, pero que cuenta con muchos más vínculos con la ciudad, porque ensayan en el colegio de Castiello, y también se reúnen para organizarse en la iglesia de El Coto. "No tenemos esa presión de tener que volver a ganar, lo máximo es disfrutar del Antroxu, pero claro que es algo que nos gustaría", remarca su presidente, Jonathan Moro, que ha asumido este año el cargo, relevando a Cristina Pérez.

Una temática abstracta, con un universo propio, fue la propuesta con la que se impusieron en la última edición del Antroxu. Ahora, para intentar revalidar triunfo apostarán por una arriesgada y ambiciosa propuesta. "Será muy diferente, pero no queríamos encasillarnos", reflexiona Moro. "La clave era no seguir la misma línea. Sabemos que es un riesgo, porque normalmente lo que funciona no lo toques. Pero esta idea, que empezamos a barajar en abril, nos gustaba e ilusionaba, así que empezamos a trabajar con este giro y a ver cómo resulta", añade.

Esa intención de experimentar y explorar nuevas vertientes en el Antroxu la afrontan también con esa misión de que el Antroxu sea para ellos una fiesta total. "Es la forma de disfrutarlo plenamente, tocando todos los palos, innovando y cambiando", explica Jonathan Moro.

"Ambientazo total en una gran familia"

Son cerca de 60 personas las que integran "Los Mazcaraos". De muchos barrios y parroquias de Gijón y hasta incluso desde otros puntos de Asturias son sus charangueros, sumergidos en esa filosofía de esta agrupación morada, en la que consideran que el éxito de las primeras actuaciones se debe principalmente al clima de unión en el que se encuentran sumergidos. "Queremos ser una gran familia, con todo lo que ello conlleva. Porque nos gusta pasarlo bien, estar a gusto en grupo, trabajar en conexión todos, y disfrutar del Carnaval de una forma apasionada, porque lo vivimos los 365 días del año", analiza.

Jonathan Moro, vecino de Caldones, se sumergió en el ambiente del Antroxu hace seis años, cuando empezó a colaborar con otra charanga. Lo hizo por un motivo claro. "Me gusta escribir, me animé a aportar mis ideas para las letras de las canciones, me fue metiendo el gusanillo, y aquí estoy ahora", relata.

Hace cuatro años aterrizó en "Los Mazcaraos", cuando se fundó la charanga. Y ahora se animó a dar el relevo en la presidencia, para ayudar y aportar su grano de arena para darle más fuerza si cabe al Antroxu en la ciudad. "Cuando te metes dentro y lo conoces no hay punto de retorno, no puedes salir, cada día está más tenso, pero lo disfrutas más, es algo que engancha", subraya.

Su historia además es curiosa, porque se unió junto a sus dos hijos, y su pareja actual con los tres que tiene. "De los 60 que somos, aportamos siete", comenta con una sonrisa. "Es un ambientazo total disfrutar el Antroxu a nivel familiar, es una experiencia única", resalta.

La pareja antroxera de la charanga | JUAN PLAZA

Alberto Camblor y Ruth Menéndez. / Juan Plaza

[object Object]

Aitana, la hija mayor, fue la que "obligó" a Alberto Camblor a entrar en la charanga. "Era menor de edad y se necesitaba que estuviese un adulto", recuerda el padre. No pasaron ni dos meses y la benjamina de la familia, Noa, también quiso sumarse a la aventura de "Los Mazcaraos". Por eso la madre, Ruth Menéndez, se animó y también se unió a la aventura. La relación de Alberto y Ruth se inició hace dos décadas, pero su amor por el Antroxu se despertó a la vez. "Se vive mucho más en pareja, y con los hijos, mola más, es más intenso", cuenta Alberto Camblor.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents