Un trabajo de homenaje

La memoria visual, sonora y sentimental del Savoy se cuenta en un documental: "Es un homenaje y la forma de que quedase registrado lo que allí se vivía"

"Savoy, 35 años y una noche", de José Fernández Riveiro, se estrenará en la apertura del festival Corto Gijón el 28 de marzo

Javier Egocheaga junto a Rafa Kas

Javier Egocheaga junto a Rafa Kas / .

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Gijón

Tras 13 años en activo, el pasado 2 de noviembre cerraba sus puertas un templo musical de la ciudad ubicado en la calle Covadonga, una extensión –aunque con otro alma– del histórico local de la calle Dindurra que permanece aún abierto desde hace más de 35 años. El Savoy, sala de conciertos muy especial para varias generaciones, dejó con su cierre un lógico vacío. Allí se creó un clima que transcendió mucho más allá del rock y que vio pasar desde niños hasta casi abuelos. Uno de esos jóvenes que vivió el Savoy fue el cineasta gijonés José Fernández Riveiro, que ha dedicado un tributo a este espacio cultural en forma de documental, de 70 minutos de duración, titulado "Savoy, 35 años y una noche". Se estrenará el próximo 28 de marzo, con el inicio del festival Corto Gijón. Y también con la posibilidad de que se programe a un segundo pase al día siguiente.

"Soy de 1982 y con siete años mi hermana ya me llevaba al histórico local. Mucha de mi influencia musical es por el Savoy, por esas actuaciones que había allí, y también por la sala de la calle Covadonga después" confiesa Riveiro antes de profundizar en los motivos por los que se decidió a plantear este trabajo: "Es, por un lado, un homenaje. Y por el otro, una forma de quequedase registrado y grabado todo lo que allí se vivía, a través de las últimas tres de noches de conciertos, con testimonios y música". Javier Egocheaga, alma de este local, aparece en el documental relatando esa filosofía y esa vida del citado espacio, junto a su mujer Pilar Matos, su hija Brenda, o históricos artistas que dejaron su sello con noches para el recuerdo, como Rafa Kas o Ángel Uría. "Este local supuso un cambio para la ciudad a la hora de entender la cultura musical", reflexiona José Fernández Riveiro.

"Savoy, 35 años y una noche" recoge las tres últimas veladas, esas sonrisas, alegrías, saltos y momentos creados en el local de la Calle Covadonga. El autor hace este trabajo audiovisual también con la intención de poner en valor "un símbolo de Gijón". "Creo que no se valora todo lo que se debería al Savoy, igual que a otros locales que hacen música en directo, que considero que son un elemento importantísimo para la ciudad", señala Riveiro. "Aunque queda el primigenio, este local supuso un cambio para la ciudad a la hora de entender la cultura musical", profundiza.

El director del documental repite la fórmula que ya exploró en otros trabajos, de profundizar en el patrimonio de la ciudad y de la región. "De forma directa o indirecta siempre aparece historia o patrimonio, contado desde un punto de vista para que toda la gente se pueda sentir identificada, con esa visión personal", analiza. Y antes de cerrar, un último guiño al Savoy: "Era un espacio de complicidad, todo el mundo encontrará una emotividad en el documental".

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