"Folixa pa toos", partitura afilada del Antroxu "para luchar contra el que da la nota"

El local de la asociación vecinal de Roces es su punto de reunión: "Se agradece tener un sitio donde no molestas para ensayar"

Foto de familia de los integrantes de "Folixa pa toos", en el local de la asociación vecinal de Roces. | JUAN PLAZA

Foto de familia de los integrantes de "Folixa pa toos", en el local de la asociación vecinal de Roces. | JUAN PLAZA

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Roces

La magia de las charangas va desde las propuestas escénicas, la parte musical e instrumental, los vestuarios, los ritmos o las letras de las canciones. Allí en el Jovellanos, adaptan sonidos clásicos o más cercanos en el tiempo para abordar una temática o simplemente "dar cera" a personajes de la actualidad. En este último escenario se moverá "Folixa pa toos", una agrupación fundada en 2008, que avisa que no va a dejar títere con cabeza. "Por dar una pista diré que somos un batallón, que venimos a luchar contra el que da la nota a nivel nacional y local", desvela Miguel González, presidente de esta agrupación. "Para los que vinieron a dar la lengua más de la cuenta, nos presentamos para cerrarles el piquito", profundiza a continuación con una sonrisa.

Ese encanto, el de afilar con la partitura, es uno de los que más le presta al presidente de "Folixa pa toos" durante el Antroxu. Eso sí, siempre contenido, con un toque de creatividad. "Aprovechamos para dar una puntada en la boca. Las flechas van un poco por ahí, aunque siempre dejando ese huequín para expresar un poco de sentimiento a todo lo que nos gusta del Carnaval de aquí", resalta González, que también incide en que aunque pasen los años, y muchas veces parezca todo inventado, las charangas siempre acaban sorprendiendo con sus propuestas: "La mayoría de las agrupaciones siempre van en la misma línea, siempre buscamos un guion original, y darle una vuelta y adaptarlo para lo que queremos contar y explicar. Pero siempre sacamos una sonrisa".

"Nos gusta mantener la intriga del disfraz"

"Folixa pa toos" la integran actualmente 55 amantes del Carnaval. La sede de la asociación vecinal de Roces es ahora mismo su local de ensayo. Por eso, por la acogida, consideran a este rincón de Gijón en parte suyo, aunque sus componentes procedan de diferentes puntos. "Es difícil encontrar un sitio donde ensayar ahora mismo. Este año tuvimos bastantes problemas, con compañeros que tuvieron denuncias, por eso tener un sitio donde no molestas y puedas ensayar es algo complicado", enfatiza.

Si el presidente de la charanga daba una pista sobre la propuesta y esa lucha contra los que dan la nota, lo que guarda con mucho mimo es el disfraz que presentarán. Y lo hace por un motivo. "A veces se quiere hacer tan sofisticado, que lo que lleva más tiempo es el disfraz. Está instalada esa intriga que nos gusta mantener, y que se respete hasta el último día el saber de qué vamos", justifica.

Este año el Antroxu cae más tarde de lo previsto, ya en marzo. Más margen para prepararlo, pero no por ello disminuyen los apuros. "Al final, como siempre, acabas con retoques y cambiando cosas, y con el mismo margen escaso", relata Miguel González, que ya tiene ganas de mostrar su coreografía. "Le damos tantas vueltas y la ensayas tanto, que a veces llegas a cansar, pero solo por las ganas que tienes de que lo vea todo el mundo", reconoce.

En 2017 consiguieron ganar por última vez esta charanga, que venía de hacer dos segundos puestos, y que siempre se ha movido en torno a los puestos de podio estos años. Por eso quieren dar el salto y situarse entre los tres primeros. "Es un poco ese aliciente de animar a la gente, pero lo primordial es disfrutar", resuelve.

La pareja antroxera de la charanga | JUAN PLAZA

La pareja antroxera de la charanga / Juan Plaza

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Por un mes no coincidieron porque Bárbara Abad se tomó un paréntesis por motivos de estudios, y al poco aterrizó en la charanga Héctor Fernández (ambos en la foto). Abad se mantuvo vinculada y acabó regresando. Ahí se conocieron. Pero fue con la cena de las charangas, tras el Antroxu de 2021, cuando los más jóvenes se hicieron amigos y se unieron para ir a un concierto de Bizarrap en Metrópoli en el verano siguiente, y con esa cercanía fue cuando empezaron la relación. "Vivir juntos el Antroxu en pareja es más intenso y emocionante, llegamos a casa y no hablamos de otra cosa", confiesan. "Ver al otro disfrutar presta mucho más", añaden.

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