Más de mil firmas contra el cese del director de LABoral Centro de Arte

Readmitir a Pablo de Soto como responsable de LABoral Centro de Arte, modificar los estatutos del patronato para que la "comunidad" tenga también poder de decisión en la gestión de la entidad y "respetar los periodos de contratación" de los futuros directores. Un grupo de representantes de "Puxa LABoral", integrada por personas que apoyan al destituido director-gerente del centro artístico, resumieron ayer en Gijón sus exigencias ante una Consejería de Cultura en quien aseguran haber "perdido la confianza". El colectivo, integrado en gran parte por artistas y profesionales vinculados al mundo de la cultura, acusan de "censura" al Principado por prescindir –a inicios de mes y alegando pérdida de confianza– de un director que, aseguran, había conseguido "aumentar exponencialmente todos las métricas" del recurso.

El colectivo sumaba ayer ya más de mil firmas, entre ellas las de los artistas Rodrigo Cuevas y Noemí Iglesias, así como responsables de instituciones artísticas como Elvira Dyangani Ose (MACBA), Imma Prieto (Fundació Tàpies) y David Barro (Es Baluard). El encargado de leer ayer el comunicado en la Escuela de comercio fue, por su parte, Román Torre, artista gijonés, quien asegura que De Soto había apostado por el "talento local" con una "visión innovadora" e impulsado proyectos que habían incrementado las visitas y la exposición del centro.

Críticas del PP

El diputado del PP en la Junta General del Principado, José Luis Costillas, criticó ayer la actuación de la Consejería de Cultura en la gestión de la crisis de Laboral Centro de Arte. Opinó que "no se pudo hacer peor" y añadió que "si había problemas la Consejera debía haber convocado a la comisión ejecutiva del centro, pero nada de eso se hizo". Calificó la destitución de De Soto de "despropósito", dado que se produjo al tiempo que se aprobaba su plan de actuaciones para 2025 y desencadenó la dimisión de parte del comité científico.

El diputado del PP aseguró tener constancia de que De Soto había informado de la participación de su mujer en un proyecto presentado a una convocatoria europea, tanto a la Dirección General de Patrimonio Cultural como al patronato de Laboral.

Costillas hizo un balance muy negativo de la gestión de los recursos culturales públicos del Principado, que calificó de "calamitosa" y "caótica", con cuatro de las instituciones más importantes –la Orquesta Sinfónica, el Bellas Artes, la Laboral y Recrea– actualmente sin dirección. Acabó reclamando un plan de reordenación del sector y la convocatoria de los organismos de coordinación.