Gijón apuesta por fortalecer su comercio local como motor económico y dinamizador de los barrios

La falta de relevo y de personal cualificado se presentan como problemas a encarar desde el nuevo Plan de Orientación Comercial

Participantes en el acto de presentación del Plan Local de Orientación Comercial.

Participantes en el acto de presentación del Plan Local de Orientación Comercial. / Luisma Murias

El Ayuntamiento y la Unión de Comerciantes han dado el pistoletazo de salida al nuevo Plan Local de Orientación Comercial (PLOC) que se presenta como la herramienta con la que, desde 2025 a 2028, fortalecer el comercio minorista local. Y no solo pensando en el comercio como actividad económica generadora de riqueza y empleo; también como elemento fundamental en la dinamización de las calles de Gijón. «Son los comercios quienes reflejan nuestra identidad, tradiciones y sentido de comunidad», explicó la Vicealcaldesa, la popular Ángela Pumariega, en el acto de presentación, donde también se pudo oír la voz de Sara Menéndez como presidente de la Unión de Comerciantes. «El reto es hacer de Gijón referente del comercio en el Norte de España», concretó antes de insistir en el valor del comercio como generar de calidad de vida.

Gijón tiene ahora mismo 3.350 comercios. Un dato que se incluye en el diagnóstico de situación que antecede al diseño de las medidas de planificación. Pero otro dato es que un 8% calcula que cerrará antes de tres años. La falta de relevo es una de las debilidades del sector en Gijón que hay que acometer con la máxima urgencia, según los redactores del plan. Pero dejando claro que no se trata solo de negocios florecientes que cierran porque se jubila el propietario. También hay quien cierra por no saber dar un giro al negocio que lo salve de sus malos números o por problemas de conciliación. Por todo eso, el plan plantea desde formación hasta generar bolsas de locales que se vayan a traspasar o acciones municipales que pongan en contacto a quienes dejan un negocio y quienes quieran poner uno en marcha. 

En el listado de debilidades están también los problemas para encontrar personal cualificado, el excesivo individualísimos del sector, la falta de integración de la oferta, el pequeño tamaño de las unidades económicas y la escasa penetración de las nuevas tecnologías. ¿Y las cosas buenas? Pues la consideración de que el pequeño comercio de Gijón es un comercio de calidad, el hecho de que haya zonas comerciales en todos los barrios y no solo en el centro urbano y el tirón que tienen las tiendas de Gijón para los visitantes, algunos de los cuales siguen comprando en ellos desde sus casas de fuera de Gijón.

Este plan, el segundo que tiene Gijón y que llega tras un vacío generado por la pandemia, se engloba dentro de las acciones del pacto de concertación social «Gijón Futuro», que en materia de apoyo al comercio tiene consignado un presupuesto de 4,6 millones. 

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