Los profesionales avalan que Cabueñes tenga psiquiatría: "No hay otra opción"

Los especialistas sugieren instalar el servicio "en una planta baja con acceso al exterior" y reconocen que las derivaciones a Jove "generan disfuncionalidades"

Estado actual de la ampliación de Cabueñes.

Estado actual de la ampliación de Cabueñes. / MARCOS LEÓN

Cabueñes

"Siento una euforia casi patológica". Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría e histórico representante de la especialidad, llevaba semanas diciendo que, si se hacía oficial la intención del Principado de incluir en la ampliación de Cabueñes un servicio de Psiquiatría, querría ser el primero en celebrarlo. Ayer, y tras la información publicada por LA NUEVA ESPAÑA, pudo hacerlo, aplaudiendo una medida que, a su juicio, "pone fin a años y años de gestión cerril" y que impidió en su día incluir el servicio en el plan de ampliación. Los profesionales de la especialidad aclaran que la integración del servicio en el hospital público permitirá evitar las "disfuncionalidades" que en su opinión se generan hoy con los traslados a Jove, mejorar la docencia de especialistas e implantar una atención integral que mejorará notoriamente el cuidado de pacientes menores de edad. "Como Jove no tiene Pediatría y Cabueñes no tiene Psiquiatría, a estos niños hay que trasladarlos a Oviedo", señala Luis Jiménez, presidente de la Sociedad Asturiana de Psiquiatría.

Si la integración del servicio en el nuevo Cabueñes se puede diseñar con cierta libertad, los psiquiatras tienen una lista de peticiones ya pensada. Jiménez cree que debería instalarse "en una planta baja con acceso al exterior", a poder ser, a una zona verde o ajardinada. "Así, además de los espacios comunes que pueda haber dentro del hospital, los pacientes podrían tener la posibilidad de salir a un entorno protegido", razona. Sería también "ideal" que en esos espacios comunes o exteriores se facilitarse algún tipo de infraestructura para hacer ejercicio. El presidente explica: "Los pacientes suelen ser personas con buena capacidad física y, en algunos casos, incluso con excesos de energía, y pueden estar internados durante tiempos prolongados; en Asturias no hay camas de larga estancia. Estando bien físicamente, sin poder moverse tienen la sensación de estar muy encerrados".

En cuanto a la importancia del traslado, Bobes explica que, en realidad, "ya no había otra opción", y que el error fue "haber esperado tanto". Entiende que los actuales gestores "han escuchado por fin" a los profesionales: "Prefiero no acordarme de los responsables de que esto se haya decidido tan tarde y centrarme en que los actuales han sabido ver el norte". También reconoce que desde hace un tiempo entendía que "tácitamente" la decisión de incluir Psiquiatría en Cabueñes estaba pactada, antes incluso de pararse la obra. Sobre esto último, entiende que el parón de la ampliación supone "perder una década", pero también que "era lógico que los responsables actuales quisieran mejorar el proyecto".

Sobre esa idea de "disfuncionalidad", Jiménez pone ejemplos. "Hay muchos estados mentales alterados que generan dudas sobre si se trata de un trastorno mental o si son consecuencia de una enfermedad de cualquier otro tipo. En Gijón, por ejemplo, en Cabueñes se derive a Jove a un paciente por un supuesto trastorno mental y que, al llegar al otro hospital, el psiquiatra de allí dice que no le parece un trastorno y decreta otra vez su regreso a Cabueñes. Esto, en casos de urgencias, es problemático", resume. Explica que integrar el servicio en Cabueñes "es una demanda general de los psiquiatras desde hace muchos años".

Por último, Tomás Corominas, de la asociación para la salud mental Hierbabuena –integrada por personas que han paso por experiencias de sufrimiento psicosocial–, explica que, aunque en estos últimos años "la situación ha mejorado mucho en cuanto a derechos de la persona", durante un tiempo "era complicado" gestionar una reclamación entre las dos entidades. Comparte, también, que el servicio esté en una planta baja con acceso al exterior. "Es lo que ya pedíamos para el HUCA y no se nos hizo caso. Lo que hay hoy son unidades carcelarias", asegura.

El PP reprocha la "incapacidad" del Gobierno para ampliar el hospital

"Doce años de incapacidad". Así resumió ayer la diputada regional del PP, Pilar Fernández Pardo, la actuación del Gobierno regional en el impulso de la ampliación y reforma fallidas del Hospital Universitario de Cabueñes. A juicio de los populares, "tras doce años de promesas y engaños del PSOE sobre Cabueñes, Barbón tiene el hospital más obsoleto, la ampliación paralizada en un esqueleto, pérdidas millonarias y una vía judicial abierta". Fernández Pardo, portavoz de Sanidad del PP en la Junta, censuró "la incapacidad y la negligencia de la Consejería de Salud" con unas consecuencias que "sufren los usuarios de la sanidad pública y los profesionales sanitarios". Además, "sin que haya fecha de reactivación de las obras", tras la resolución unilateral del contrato con las constructoras. "En 2013 ya se anunció un proyecto de ampliación y reforma; en 2019, año electoral, Barbón lo incluía en su programa electoral, lo que repitió en las elecciones de 2023, iniciando incluso la campaña electoral en Gijón", reprochó la diputada, que recordó que la Sindicatura de Cuentas ya había alertado de los posibles riesgos de la obra hace un año por "defectos en el control o la supervisión de la Consejería en la fase de ejecución". Un año después, "la Sindicatura sigue advirtiendo de la ineficacia en la gestión por parte de la Consejería, y a los retrasos de las obras de Cabueñes ya los califica de irrecuperables".

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