Detenido un madrileño por colarse en El Molinón: un "paseo" para robar banderines y bufandas, pisar el césped y grabar un vídeo

Una escapada a Gijón que terminó en los calabozos. Un madrileño de unos 30 años de edad fue detenido el pasado domingo tras colarse en El Molinón, hacer un "tour" ilegal por el estadio, forzar las puertas de las oficinas y robar todo tipo de prendas deportivas y material informático. Los agentes le arrestaron poco después de su "hazaña" en uno de los bares de los bajos de El Molinón junto a su novia, otra joven de Madrid, que también fue detenida debido a que el hombre había guardado todo lo que se había llevado en el coche de ella. Las cámaras de seguridad le identificaron plenamente.

El rocambolesco episodio tuvo lugar sobre las siete de la tarde de este domingo. Según las fuentes consultadas, la pareja había venido a Gijón a pasar el fin de semana. En un momento dado, cuando se encontraban en el entorno del estadio de El Molinón, el hombre le propuso a su chica entrar en el campo, que en ese momento se encontraba cerrado al público. La mujer rechazó su iniciativa y se quedó esperándole en unos bancos que hay próximos al recinto deportivo. Según estas mismas fuentes, el joven se coló al coliseo rojiblanco por la puerta de acceso para la prensa, porque en ese momento se encontraba abierta. Estuvo dentro del recinto cerca de media hora, campando a sus anchas.

Durante su visita de extranjis al campo más antiguo de España tuvo tiempo para pasearse por varias zonas del estadio e, incluso, llegó a pisar el césped donde juega el conjunto de Rubén Albés. No contento con eso, fuentes conocedoras del caso explican que encontró una bolsa de plástico, forzó las puertas de las oficinas y arrampló con todo tipo de prendas deportivas. Se llevó un banderín, una sudadera del Sporting, bufandas, materiales de los jueces de línea y también material informático. Llegó incluso a grabarse un vídeo a sí mismo para dejar constancia de los hechos.

Se grabó un vídeo en el campo

Tras un tiempo dentro del estadio, el personal de seguridad de El Molinón le pilló. Entonces, logró escapar hacia la zona del parking. Allí se reencontró con su pareja y guardó en el coche de ella todo lo que había robado. No debía de contar con que hubiera cámaras de seguridad en el campo, porque tras el robo se fue con su chica a una cervecería de los bajos del estadio. Tras revisar las cámaras, la Policía Nacional dio con él y detuvo a los dos. Se iban a marchar el domingo, pero durmieron en el calabozo. Podrían ser acusados de un delito de robo con fuerza, penado con más de un año de prisión.