Vandalismo y "peligro" con los animales en Somió: los ganaderos alertan de lo que está pasando en sus fincas

El gremio avisa de que el sabotaje en los cierres de sus parcelas ha provocado ya la salida de animales a carreteras de mucho tráfico

Somió

"Preocupación" es el término que más se repite entre un grupo de ganaderos de Somió, en la zona del entorno del Autocine, ya tirando hacia el Infanzón. El motivo, los cortes en los cierres de algunas fincas que se han producido en las últimas semanas y que tienen en vilo al gremio ante las posibles escapadas de los animales que ocupan esas parcelas. De hecho, ya se han producido episodios de estas "huidas", aunque sin consecuencias. El gran temor es que pueda haber accidentes. "Es un peligro", coinciden los ganaderos, convencidos de que los actos son a conciencia porque "los cortes son limpios".

La cuestión reside en que muchas fincas dan a vías con un notable volumen de tráfico y, denuncian los afectados, de velocidad, como la carretera de La Providencia. Allí, Juan Manuel Vallina sufrió un doble percance. Notó cortes tanto en el pastor eléctrico y en el alambre de espino, los dos métodos de control que emplean los propietarios de las reses.

"Al principio creía que era una chiquillada, pero hemos comprobado que no es algo puntual", comenta Vallina, que incide en la "seriedad" de la situación. "Pueden provocarse accidentes y los responsables somos los dueños de los animales", subraya. Estos actos vandálicos, remarca, sucedieron por la noche. "Miro siempre la corriente y la había en toda la cerca, pero al día siguiente ya no", señala Juan Manuel Vallina, que reivindica más "vigilancia y control" policial en la zona.

Del prado de Germán Montoto, por ejemplo, se marcharon varios caballos. Tras un largo rato pudo localizarlos. "Me abrieron la portilla", sostiene Montoto. A Víctor Fernández le avisaron otros ganaderos de que sus vacas habían salido de su finca. Cuando regresó, la Policía Local estaba en el lugar. Esa es otra preocupación, las multas a las que puedan quedar expuestos si los agentes se topan con animales como vacas o caballos en la vía pública.

Los vecinos, preocupados

José Rubio se encontró con los alambres cortados en la finca que gestiona. Al principio no le dio importancia, pero, cuando tuvo noticias de que no era el único al que le había ocurrido, las sensaciones cambiaron. "Es un gran peligro, porque aquí hay mucho tráfico", dice Rubio mirando hacia la carretera de La Providencia, por donde circulan también bastantes ciclistas. Una reflexión similar realiza Pablo Piñera. "Si salen los animales a la vía y hay un accidente, ¿qué pasa?", pregunta, molesto. Asevera Piñera que "no podemos estar el día entero de pastores en la finca". En su caso, últimamente ha preferido cobijar a las reses en la cuadra para evitar riesgos. Sobre la intencionalidad de los cortes en los cierres, no alberga dudas: "Eso no se rompe así como así", proclama.

La asociación vecinal de Somió emitía hace unos días un comunicado vista la problemática. "Además del grave perjuicio que este hecho causa a nuestros vecinos ganaderos, las reses deambulando por nuestros caminos generan un gran riesgo para el tráfico de vehículos y personas", afirmaban. Ya hay dos denuncias formalizadas por ganaderos de la parroquia, que claman por el cese de estos ataques a su actividad para preservar la seguridad en Somió.

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