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En Casa Ataulfo, lo mejor también está al final

El establecimiento dispone de una carta de postres caseros sencillamente insuperable

Tarta de nueces

Tarta de nueces

A.A.

El nombre de Casa Ataulfo es inherente al de pescados y mariscos "como tienen que ser". Sin embargo, lo que muchos tal vez ignoran es que en la popular casa de comidas también se sirven otras elaboraciones que merecen ser degustadas. En Casa Ataulfo no solo triunfan los bígaros, las navajas, las cigalas, el pixín, el virrey, las andaricas, los berberechos, los mejillones, los percebes o los oricios, sino que también lo hacen las carnes, la sidra JR y... los postres.

Tarta de queso

Tarta de queso / Cedida a LNE

Terminar una maravillosa comida o una cena con un buen postre es el equivalente a cerrar la experiencia de visitar Casa Ataulfo con un broche final insuperable. Para los amantes de la tierrina por encima de todo, el arroz con leche es plena garantía. Si se desean otras opciones, destaca la variedad de tartas: la de limón mezcla la acidez justa del fruto amarillo con el sabor dulce propio del mejor postre; la de nuez y caramelo servirá para que los más llambiones y fans de los frutos secos encuentren el suyo preferido; por último, probar la de queso significa degustar una de las tartas más espectaculares de la hostelería gijonesa. Los más clásicos disponen de diferentes helados o, si lo prefieren, de raciones de queso cabrales y manchego. Variedad para todos los gustos.

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