Una Medalla de Plata de la ciudad a la memoria local de múltiples miradas

"Gijón antes era eminentemente industrial y ahora es más residencial y turística", reflexiona el escritor y expresidente grupista Janel Cuesta, de 92 años

Janel Cuesta, junto a la Santina del Real Grupo de Cultura Covadonga, en la sede de Las Mestas.

Janel Cuesta, junto a la Santina del Real Grupo de Cultura Covadonga, en la sede de Las Mestas. / MARCOS LEÓN / D. M.

Gijón

Janel Cuesta Fernández recibió la distinción de "Noreñense del año" en 2024. En Noreña nació en 1933, pero el lugar de sus amores, en el que desde crío se instaló, es Gijón, cuyo Ayuntamiento le ha otorgado una Medalla de Plata que reconoce a "una figura imprescindible en la historia viva de la ciudad", como refleja la propuesta aprobada, impulsada por el PP. "Fue una sorpresa", confiesa sobre el galardón Cuesta, escritor, periodista, docente y, en definitiva, divulgador de Gijón durante gran parte de sus 92 años, en los que se ha volcado en fomentar el deporte, por ejemplo como presidente del Real Grupo de Cultura Covadonga en una ciudad que describe como "muy abierta".

"Me siento, lo primero, agradecido", afirma Janel Cuesta, que hace extensiva esa gratitud a personas y entidades que "trabajan de manera altruista por Gijón", ya sean escritores, asociaciones vecinales, clubes deportivos o la propia prensa. "Le dedico la medalla a ellos porque también se la merecen", asegura el premiado, que asimismo tiene un recuerdo para la Asociación Amigos de Dionisio de la Huerta y para la iniciativa Gijón Participa. "Somos muchos los que escribimos, investigamos y trabajamos por Gijón desde diferentes ámbitos y quiero de corazón que esa gente sepa que merecen el premio como yo o más", sostiene Janel Cuesta, residente en la avenida Constitución, cerca de la plaza de Europa, uno de sus enclaves favoritos de la ciudad. En esa lista están la playa de San Lorenzo y el Muro, Begoña, la calle Corrida, el puerto deportivo o la plazuela de San Miguel. "Viví en Somió cinco años pero no tiene nada que ver el ambiente, no era lo mío", cuenta, que también residió en la zona del Carmen y en Oviedo.

Janel Cuesta, a la derecha, junto a Ovidio Sánchez, en las instalaciones grupistas, en 1999.

Janel Cuesta, a la derecha, junto a Ovidio Sánchez, en las instalaciones grupistas, en 1999.

Janel Cuesta no se esconde. "Gijón es mi vida", declara el veterano divulgador, autor de infinidad de artículos y casi cuarenta libros. "Había un eslogan que decía que Gijón es la ciudad donde nadie se siente forastero y es verdad", subraya Cuesta, que agrega que "el 90 % de futbolistas que no son de Gijón y llegan al Sporting se vienen a vivir aquí cuando se retiran". "Lo tengo constatado", bromea quien fuera presidente del Grupo Covadonga entre los años 1992 y 2000.

"Había instalaciones deterioradas y tocaba mejorarlas", comenta Cuesta, sobre su etapa grupista. Bajo su mandato, entre otras actuaciones, se construyeron nuevas piscinas o se crearon secciones como la vela o el pádel. "Lo que más me emociona es ver a los chiquillos iniciarse en deportes o aprendiendo a nadar", recalca. Cuesta también presidió, entre otras instituciones, el Club Natación Gijón o la Coral Polifónica Gijonesa "Anselmo Solar".

Mucho ha cambiado la ciudad de unas décadas para acá, como atestigua Janel Cuesta. "Gijón era eminentemente industrial y ahora es más residencial y turística", remarca la flamante Medalla de Plata, que ensalza la "desorbitada" (en el buen sentido de la palabra) actividad local a nivel social y cultural. Recuerda con "cariño" su etapa docente, en la que fue profesor de Educación Física en el colegio de la Inmaculada, en los institutos Calderón de la Barca y Jovellanos y en la Universidad de Oviedo. En sus planes ya está una nueva entrega del repaso de los alcaldes de Gijón (en este caso, alcaldesas), abarcando el siglo XXI. "Mientras el cuerpo aguante...", asevera Janel Cuesta, una enciclopedia humana que bien vale una Medalla de Plata.

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