Ceares celebra recobrar su Hogar: "Vemos la luz al final del túnel"

Los vecinos, satisfechos con el plan municipal para rehabilitar el edificio de Díaz-Negrete como centro sociocultural

Rubén Gil, Josefina Alonso con «Guay», Patricia Canteli, Pepe Tuero, Cati Álvarez, Roberto González, Ismael Álvarez y Felicidad Álvarez, de «Esto ye Ciares», ayer, frente al Hogar de Ceares.

Rubén Gil, Josefina Alonso con «Guay», Patricia Canteli, Pepe Tuero, Cati Álvarez, Roberto González, Ismael Álvarez y Felicidad Álvarez, de «Esto ye Ciares», ayer, frente al Hogar de Ceares. / Juan Plaza

Ceares

Una hoja de ruta "idónea y acertada" que permite "ver la luz al final del túnel". Así definieron ayer los componentes de las asociaciones vecinales de Ceares, así como otros residentes del barrio, al plan de usos del gobierno local acerca del Hogar del Productor de Ceares, que tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, contará con una gran sala polivalente, aulas y salas o almacenes en sus distintas plantas. Por ello, este espacio podrá conservar su uso como centro sociocultural que tenía antes de su abandono.

Las asociaciones "Esto ye Ciares" y "La Cruz" aplaudieron, cada una por su lado, el proyecto que contempla la concejalía de Infraestructuras Urbanas y Rurales, liderada por el forista Gilberto Villoria. "El problema con este espacio estuvo desde hace más de dos décadas. Nuestra asociación se constituyó para luchar por el Hogar", indicó Pilar Ruiloba, presidenta de "La Cruz", que no olvida aquellas jornadas en las que llegaron a cortar la carretera abogando por un futuro digno para el edificio. "Hemos sufrido muchas zancadillas, así que todo lo que sea ir hacia arriba con lo que se necesita está bien", sentenció.

Ana Rosa Ordiz, Sonia Alonso, Iván Valdés, María Teresa Andreu, Milagros Redondo, Francisco Guerra, Remedios García, Mercedes Valverde y Pilar Ruiloba, de la asociación «La Cruz» de Ceares, junto al Hogar.

Ana Rosa Ordiz, Sonia Alonso, Iván Valdés, María Teresa Andreu, Milagros Redondo, Francisco Guerra, Remedios García, Mercedes Valverde y Pilar Ruiloba, de la asociación «La Cruz» de Ceares, junto al Hogar. / JUAN PLAZA

Son muchos los recuerdos que guardan los vecinos de Ceares en este espacio. Rubén Gil, socio fundador de "Esto ye Ciares", nació en 1957, año en el que fue inaugurado el Hogar con fines sociales. "Era el centro neurálgico del barrio. Nos reuníamos aquí siempre para todo. Ir a Gijón suponía una odisea, por lo que este pasó a ser el lugar de encuentro", enfatizó Gil, antes de hablar de aquellas partidas de bolos y torneos de cartas que se sucedieron en el interior del edificio.

Una de las fachadas laterales del edificio.

Una de las fachadas laterales del edificio.

Ahora, Gil y sus compañeros entienden que "este barrio creció mucho y era necesario que volviera a retomar la actividad". En cuanto al plan de usos del gobierno local, celebraron que se asemeja en gran medida al que presentaron el pasado mes de septiembre con la firma de una veintena de colectivos vinculados al barrio. En ese archivo incidieron en que cualquier entidad pueda solicitar el uso de las salas con las que vaya a contar el Hogar. "Parece que todo está saliendo según lo que pedimos. Estamos contentos", aseguró Cati Álvarez, vocal de "Esto ye Ciares", que reivindicó la importancia de que puedan cumplirse los plazos y que el proyecto se adjudique en 2026 con el objetivo de que la obra esté lista ya para el año siguiente, es decir el 2027.

Por su parte, Francisco Guerra, de "La Cruz", señaló que la situación actual es "horrible", haciendo hincapié en los cristales rotos, las ventanas sin funcionar y los desconchones en paredes. "Es muy importante que la gente pueda volver al que era el sitio de reunión del barrio. Es positivo que vaya a guardar esa esencia, siempre y cuando se haga con cabeza", agregó Ana Rosa Ordiz, vicepresidenta de la entidad.

Detalle de parte de los ventanales de la fachada en muy mal estado.  | JUAN PLAZA

Detalle de parte de los ventanales de la fachada en muy mal estado. / JUAN PLAZA

"Tener ascensor es clave; hay mucha gente mayor"

En el plan se contempla dotar de accesibilidad al edificio con ascensor y rampas, así como habilitar aseos, despacho y una zona de reuniones. Para Felicidad Álvarez, contar con un ascensor "es algo clave al estar en un barrio muy envejecido". De acuerdo se mostró Carmen Martínez, quien reside a escasos metros de un edificio que, en su día, llegó a tener okupas."Cuando llegué a este barrio ya estaba totalmente cerrado y todo ha ido a peor. Esperemos que ahora, de una vez por todas, sí puedan hacer algo y así podremos estar reunidos", manifestó Martínez, que al igual que otros vecinos quiso dejar claro que la constante actividad que caracterizó al Hogar de Ceares durante tantos años antes de su largo abandono se "echa en falta".

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