El primer crucero de la temporada llena Gijón de turistas británicos: "La ciudad es muy atractiva"

"La gente está siendo muy amable", agradecen los visitantes que se desplazaron al centro a pesar de la lluvia

Pistoletazo de salida a una temporada de cruceros en la que el Puerto de Gijón espera recibir en 36 a escalas a 73.439 pasajeros, lo que supone un 45% más que en 2024, con 50.586, y tan solo 1.912 personas menos que, por ejemplo, los habitantes que tiene el concejo de Avilés, según. El crucero "Arcadia", el primero que hizo escala en Gijón allá por mayo de 1999, ha sido el encargado de inaugurar este periodo en el que para la Autoridad Portuaria tiene previsiones "muy buenas" en cuanto al número de visitantes. Esto hace que en el aire flote un viejo debate en la ciudad acerca del impacto económico en el concejo de esta clase de viajeros. La llegada del barco, que atracó en torno a las 7.30 horas, conllevó que a lo largo de la mañana muchos de sus más de 2.300 pasajeros se desplazaran al centro de la ciudad a pesar de la lluvia. "La ciudad es bonita y muy atractiva", expresaron Ian y Jane Martin, una pareja de ingleses de Southampton.

El comienzo de esta temporada de récord en la capital marítima del Principado llega tras un 2024 que ya fue histórico y que va en la línea de las previsiones del Puerto. Estas pasan por que en 2026 se supere la barrera de los 80.000 cruceristas que desembarquen en Gijón. En cuanto a la evolución de los barcos que recibe El Musel, de 2015 a 2025 se ha pasado de 13 buques a 36, y de 16.392 turistas a los 73.439 que se esperan para esta temporada. Ambas cifras se han disparado en la última década. El gasto total que hicieron los cruceristas el año pasado fue de 700.000 euros. El gasto medio por persona fue de 16 euros.

El 60% del total de ese dinero lo gastan, según estos datos, en hostelería local. "No estamos en contra de los cruceros porque estos visitantes pueden ser los turistas del mañana", apostilló el presidente de Otea Gijón, Ángel Lorenzo. El líder local de la patronal hostelera sí que puntualizó que, en los próximos meses, sería necesario hacer un estudio para comprobar la viabilidad de alterar la posición de la parada de buses, situada en el Museo del Ferrocarril, para que quede más cerca del centro. "Pensamos que está alejada y hay que tener en cuenta que viene mucha gente mayor como para hacerles caminar tanta distancia hasta la plaza Mayor", explicó.

El mayor pero que siempre ha rondado en torno a los pasajeros de estos "hoteles flotantes" es que su gasto en bares y comercios de la ciudad no es tan elevado como otra clase de turistas por su propia idiosincrasia. Es decir, la mayoría de los cruceristas llegan para estar unas pocas horas en la ciudad y seguir luego su rumbo a otras latitudes. Este debate ya se puso encima de la mesa por parte de Otea y de la Unión de Comerciantes. Si bien, desde la patronal hostelera, más allá del asunto de la parada de bus no se quiso profundizar más en el tema. También prefirió esperar un tiempo la Unión de Comerciantes, que buscan tener en el corto o medio plazo una reunión con la Autoridad Portuaria, ahora encabezada por Nieves Roqueñí.

Gijón encandila como destino

Más allá del auge de los cruceros, los últimos datos también pusieron de manifiesto que la opción preferida del 80% de los visitantes es visitar Gijón, por encima del resto de posibilidades que se les ofrece dentro del Principado. Un claro ejemplo de ello fue lo ocurrido ayer con los pasajeros del "Arcadia", un buque que partió hace unos días desde Southampton para realizar un recorrido por puertos de la costa atlántica española y francesa. Tras disfrutar del martes en Ferrol, los turistas llegaron a Gijón con ganas de conocer los puntos más representativos de la ciudad. La mayoría de los 2.300 pasajeros de este buque son británicos.

La parada de buses, ahora en el Museo del Ferrocarril tras las obras del carril bici de Fomento, fue ayer un hervidero de viajeros del buque. "Es interesante ver estos trenes históricos", indicaron Jay Maramara, Gilbert Baet y Ángela Bustamante, que tenían en mente acercarse a la iglesia de San Pedro y a la playa de San Lorenzo. Estos jóvenes nunca habían estado en Gijón, al igual que la familia formada por Derrick M., Su M. y su hija, Charlie, que se refugiaron de la persistente lluvia tomando un café en la plaza Mayor. "Pese al mal tiempo, es una de las mejores ciudades del recorrido", señaló esta familia residente en la Isla de Wight. Contaron que el que están haciendo ahora es su crucero número 38.

Por su parte, Dean Evans y su familia, procedentes de la capital de Gales, Cardiff, reconocieron no saber "nada" previamente de Gijón. Si bien, después de recibir unas breves indicaciones en el barco, decidieron pasear hasta el paseo del Muro de San Lorenzo y Las Termas Romanas de Campo Valdés. "Está bien poder conocer la historia de la ciudad y ver la parte antigua. El puerto también es bonito", comentaron, mientras trataban de encontrar un rincón en el que resguardarse de la lluvia. Este crucero de la flota operada por la naviera P&O puso ayer rumbo. El domingo será el turno del "Britannia", también de la compañía P&O.

Tracking Pixel Contents