Los turistas inundan plazas y bares en el inicio del puente: "Gijón engancha"

Una ciudad que "engancha" por su amplia oferta de planes, su riqueza gastronómica y la amabilidad de su gente. Así definieron ayer a Gijón los turistas que abarrotaron las principales calles y plazas del centro, en cuyos establecimientos resultaba complicado encontrar una mesa libre al mediodía. "No nos ha quedado más remedio que llamar para reservar y muchos nos decían que no les quedaba sitio", comentaban muchos de los visitantes. Muchos de ellos repetían experiencia. "Es un lugar al que siempre merece la pena volver", afirmaron.

El puente festivo, para el que los responsables de los hoteles esperaban unos resultados superiores a los de 2024 a pesar de algunas cancelaciones por el mal tiempo, arrancó con una jornada nublada, pero agradable para pasear por los espacios emblemáticos de la Villa. El paseo del Muro, la plaza Mayor, Cimavilla o la plaza del Marqués eran un constante ir y venir de transeúntes desde mediodía. "Esto es lo que nos gusta de Gijón, el ambiente que tiene", señalaron Eduardo Lloret y María Briz, dos madrileños que aprovecharon la mañana para "desconectar" en la playa de San Lorenzo con su hijo de 3 años, Juan. Ese es uno de sus planes favoritos cuando viajan a Gijón. "El hecho de poder estar en la arena viendo cómo pasean a los perros es genial. Da mucha tranquilidad y encima el tiempo está acompañando", comentaron.

Los turistas inundan plazas y bares en el inicio del puente: "Gijón engancha" (en imágenes)

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Las terrazas empezaron a ocuparse en torno a las 12.00 horas. En la plaza Jovellanos estaban tomando una sidra Rosario Lucas, Pablo López y su hija, Zoe, con sus amigos José Martín, Eva Nadela y su pequeño, Elías. "Hemos llegado ahora mismo y ya hemos venido directos a probar la sidra", bromeó este grupo de turistas, también procedente de la capital de España.

Ellos fueron previsores y optaron por llamar hace unos días para reservar mesa. "Solemos hacer turismo gastronómico y en algunos nos hemos visto obligados a elegir horas y en otros era imposible porque estaban completos", aseguró Martín, que ensalzó que "Gijón es bonito y que tiene un gran ambiente".

Encontrar mesa, una tarea que se complica

Para los santanderinos Alexandra Parás, Joaquín García y sus pequeñas, Celia y Olivia, a esta ciudad "siempre merece la pena volver". "Enamora al de fuera con todo lo que tiene", aseveró esta familia, que también se encontró con numerosos negocios que ya habían colgado el cartel de completo. "Algo conseguiremos. La idea es comer cachopo, chorizo a la sidra y quesos", indicó García. Por la tarde, la idea de estos cántabros pasaba por visitar el Acuario, pero antes se adentraron en el Mercado Artesano y Ecológico que hasta el domingo acoge la plaza Mayor. "Es una buena idea porque a los turistas siempre les llama la atención los mercados", apuntó Parás.

A escasos metros se encontraban los bilbaínos Asier Vaquerizo, Iker San Pedro, Erlantz Torres, Iker Sánchez y Asier González, unos jóvenes que nunca habían estado en Gijón. "Nos atraía bastante, en gran parte por poder probar los cachopos", contaron. No eran los únicos que pisaban la ciudad por primera vez. Los argentinos Yanina de Andreis y Rubén Helfman, vecinos de Buenos Aires, quedaron asombrados con la iglesia de San Pedro, las Termas Romanas de Campo Valdés y la playa de San Lorenzo. "Es todo hermoso. Nos está encantando", manifestaron De Andreis y Helfman, que pusieron el foco en la idiosincrasia de los gijoneses. "Hay muchos deportistas y gente activa", subrayaron estos argentinos, encantados con cómo les había recibido Gijón, una ciudad que en esta Semana Santa sigue aumentando su lista de admiradores. n