Coche robado, alcantarillazo y a por la tragaperras de un bar de Gijón: "Ya nos pasó hace unos años, están especializados"

Preocupación en Nuevo Roces tras un robo ocurrido en la madrugada del domingo al lunes. Unos ladrones accedieron a un establecimiento de la avenida de Roces en torno a las 3.00 horas tras romper el cristal del local. Al acceder, los ladrones se hicieron con el dinero que había en la máquina tragaperras, de la que se llevaron "unos 2.000 euros", según explicó el dueño del negocio, quien ayer ya acudió a poner la denuncia. Los ladrones se dieron a la fuga utilizando un coche que también sustrajeron en el barrio. La Policía Nacional les siguió tras el robo, pero los asaltantes lograron escapar. El coche fue recuperado más tarde en Posada de Llanera. Según las fuentes consultadas, no hay detenidos. Las pesquisas están en marcha.

Espectacular robo y persecución policial tras el asalto a un bar en Gijón

Los hechos ocurrieron alrededor de las tres de la madrugada. Pocos minutos más tarde, el gerente de la cafetería en la que habían robado recibió el aviso y se desplazó al establecimiento. "Me llevé un susto tremendo", indicó. Después de visualizar las cámaras, el dueño del local y los agentes pudieron confirmar que habían accedido "varios individuos haciendo uso de una alcantarilla". También que actuaron con celeridad llevándose el dinero que contenía la máquina tragaperras. "Ya nos pasó hace 4 o 5 años lo mismo. Van siempre a lo mismo. Esta vez ni entraron a la barra. Están especializados en robar tragaperras", agregó este hostelero. Según las fuentes consultadas, la Policía ya tomó ayer las huellas dactilares en el local y continúa investigando lo sucedido.

El robo en Nuevo Roces despertó inquietud en el barrio. La cafetería, llena de clientes en la mañana de ayer, todavía tenía restos de cristales en la zona más cercana al cristal que habían destrozado los cacos.

"Un susto tremendo"

Tanto los responsables de los negocios como los vecinos coinciden a la hora de reclamar una mayor vigilancia. "Lo que pedimos es que pongan cámaras y haya más patrullas. Eso, por lo menos seguro que haría un efecto disuasorio y se amedrentarían un poco", reivindicaron los dueños de los establecimientos de la zona.

Más allá del robo en este local, a los vecinos también les generaba preocupación la sustracción del vehículo en la calle César Maese Alonso. La dueña del mismo es una vecina del barrio que unas horas más tarde y gracias a la ayuda que recibió en redes sociales pudo encontrarlo abandonado en Posada de Llanera. "Tenía la matrícula arrancada y todos los focos rotos, y no sé qué hicieron con él porque había huellas de pies en el techo", cuenta. Ayer mismo puso el vehículo a disposición de la Policía en cuanto pudo recuperarlo. Tanto ella como los vecinos tienen varias sospechas del "modus operandi" de este robo. En primer lugar, temen que el acto pueda enmarcarse en un asalto de mayor calado, porque en la plaza de aparcamiento de donde robaron este coche, apareció abandonado otro que, se entiende, pudo haber sido robado por los mismos ladrones. El vehículo que apareció en Posada, además, solía estacionarse siempre en el mismo espacio, bastante cerca de la cafetería asaltada, por lo que la banda pudo vigilar ambos lugares y planificar el golpe. La cercanía del barrio con la autopista también pudo facilitar la operación.

Desde la asociación vecinal de Nuevo Roces, la presidenta Graciela Buzón puso el foco en esa idea: "El hecho de que nuestro barrio esté ‘desconectado’ de Gijón puede favorecer que haya más predisposición a qué haya robos". Asimismo, Buzón apuntó que van a tratar de conseguir que el servicio de Serenos llegue al barrio.