El "nuevo" bar Mercante busca preservar un "legado" familiar: "En la Cuesta del Cholo nadie se siente extraño"

"La gente ha sido encantadora", reivindican los responsables del negocio, que pasa al Grupo Al Peso

El bar Mercante de Cimavilla se prepara para su cambio de propiedad y de nombre

VIDEO: Sergio García / FOTO: Juan Plaza

Cimavilla

En el bar Mercante, en Cimavilla, se combina el clásico trajín de un lugar que no pasa de moda, en la popular Cuesta del Cholo, con los preparativos para el cambio que experimentará el negocio ya a partir de la próxima semana, cuando el Grupo Al Peso, que se hace ahora con las riendas, celebre la inauguración de la zona de bar. Eso será el 30 de abril, mientras que la parte de restaurante abrirá el 20 de mayo. "Lo tomamos con mucha ilusión, es un reto", comenta José Miguel González, propietario del Grupo Al Peso, que gestionará un establecimiento, fundado por Celso Suárez y Manolita Solís, que empezó su andadura en 1966.

El hijo de ambos, también Celso, se jubila, dando pie a una nueva etapa del Mercante, que se rebautizará como "Mercante, mar y brasas" y se especializará en pescados, carnes y arroces cocinados en horno de carbón. Recuerda Celso Suárez sus inicios en el local, echando una mano a sus padres, recogiendo las tazas de las mesas y limpiando los vasos y platos. "Al principio era un bar de cafés, pinchos y alguna ración pequeña", evoca Suárez, que, cuando falleció Celso "sénior" en los ochenta, se arremangó junto a sus hermanos Julio y Susana para que el Mercante siguiese adelante. El ambiente marinero, con el tiempo, fue desapareciendo. También eran asiduos al bar, que evolucionó hacia restaurante, participantes de competiciones de barcos y veleros. "Había tripulantes que venían descalzos", bromea Celso Suárez.

El bar Mercante.

El bar Mercante. / Juan Plaza

Con menos alegría rememora el incendio ocurrido en septiembre de 2022, episodio que conllevó el cierre del bar durante año y medio. "Menos mal que no cogí el extintor", asegura Celso Suárez, quien guarda con mucho cariño el día de la reapertura. "Me emocioné, me hicieron llorar", confiesa el hostelero. "Parecía la obra de El Escorial", sostiene sobre la reforma acometida tras el incidente, que se prolongaba más de lo deseado.

Marisa Varas, viuda del fallecido Julio Suárez y que también lleva décadas en el negocio, tilda de "muy intenso" el periplo en el bar. Varas agradece el apoyo de la clientela para que la maquinaria del Mercante nunca echase el freno salvo por circunstancias inevitables. "La gente ha sido encantadora", declara Marisa Varas, para la que, en la Cuesta del Cholo, "somos todos como de la familia". "Nadie se siente extraño ni se encuentra fuera de sitio", manifiesta la mujer, que anima a los clientes a "seguir viniendo" y a brindar a la nueva propiedad "el calor que nos dieron a nosotros".

Por la izquierda, Marisa Varas, Rocío Suárez y Celso Suárez, con una fotografía del fallecido Julio Suárez.

Por la izquierda, Marisa Varas, Rocío Suárez y Celso Suárez, con una fotografía del fallecido Julio Suárez. / Juan Plaza

Un nombre con "solera"

En el interior del local, el Grupo Al Peso impulsará cambios en la barra, el mobiliario y en algunas paredes del establecimiento. "Es una responsabilidad continuar el legado que deja la familia en un sitio icónico", asevera José Miguel González. La terraza se mantendrá y también las emblemáticas imágenes de gijoneses y turistas bebiendo sidra en la Cuesta del Cholo. "No les vamos a privar de eso", proclama González. Sobre conservar el término "Mercante" en el nombre del negocio, el propietario del Grupo Al Peso no albergaba dudas. "Tiene una gran solera en Gijón", reivindica la cara visible del nuevo timonel del Mercante, que zarpa en unos días lleno de ilusión y, cómo no, de nostalgia.

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