Un gran patio central, tres accesos y mayor luminosidad, ejes del plan de reforma del Albergue Covadonga

Acabar de cerrar la planta de un edificio que ahora tiene forma de U para generar un gran patio central sobre el que pivote el día a día de usuarios y trabajadores y establecer tres accesos independientes –uno a cada calle–que se vinculen a los distintos usos que convivirán en la edificación son las claves de la propuesta de reforma integral del Albergue Covadonga que ha llevado al gijonés estudio de arquitectura Rasilla-Coloma a hacerse con la adjudicación de este proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Gijón. Un proyecto que va mucho más allá de solventar los problemas de un edificio de los años noventa del siglo pasado que presenta un alto nivel de deterioro. Se trata de generar un espacio físico acorde con ese nuevo modelo de atención a las personas sin hogar que se quiere implementar en la ciudad.

Maximiliano de la Rasilla Coloma es quien firma la propuesta presentada a la licitación del contrato pero el proyecto ha movilizado a todo el equipo de un estudio donde se mezclan pasión por la arquitectura y por Gijón con lazos familiares. Junto al firmante están su hermano Iván y sus padres, y fundadores del estudio, Maximiliano de la Rasilla Blanco e Irene Coloma Muñoz. A su lado también han trabajado en el proyecto del Albergue Covadonga Alberto Diez Gómez y Cynthia Ortega Menéndez.

La singularidad del proyecto en cuanto a la situación de sus destinatarios finales, las personas sin hogar, y a lo que se quería conseguir la tuvieron clara en el estudio desde el primer momento. Y por eso la elección de los tres verbos con los que conformaron el lema de su propuesta: "Acoger, cobijar, abrazar". Y por eso también incluir en el proceso preparatorio el contacto con un familiar que trabaja en el ámbito de los servicios sociales para tener una información más directa con la que completar el programa de necesidades facilitado a los participantes en la licitación.

Esos tres accesos por tres calles distintas se corresponden, explica De la Rasilla Coloma, "con esos tres usos diferenciados que se nos fijaban: el área específica de albergue, el centro de baja exigencia y un tercer uso más social". Una separación física de ámbitos que buscan garantizar la máxima funcionalidad de un edificio que tendrá su corazón en ese gran patio central abierto. La idea es también actuar en el exterior del edificio para, pensando en el resto del vecindario, generar una nueva imagen "no sea agresiva con el entorno" y, pensando en quienes lo van a utilizar, conseguir "meter luz a un espacio ahora lúgubre y sombrío". Luz que también entrará por el patio.

A partir de la firma del contrato, que será inminente, el equipo de arquitectos tiene un mes para presentar un anteproyecto y cuatro meses para finiquitar el proyecto definitivo. Toca sentarse con los equipos de la Fundación Municipal de Servicios Sociales y el Albergue Covadonga para poder afinar diseño y eliminar dudas. Como las que surgen en Rasilla- Coloma al plantearse esa apertura a la comunidad que se quiere para un edificio que, al tiempo, debe preservar la privacidad y seguridad de sus usuarios. "Son cosas a concretar en el anteproyecto", indican.

En todo caso, y esos han sido elementos destacados desde la mesa de contratación, la propuesta del equipo de arquitectos con oficina en la avenida de la Costa garantiza una imagen exterior del edificio más identificable y acorde con su uso y la nueva definición del patio hace el edificio más funcional y genera espacios más amables y luminosos. Si todo sale bien las obras se podrán licitarse este mismo año para ejecutarse a lo largo de 2026 y 2027. El límite económico fijado desde el Ayuntamiento es de 5,6 millones (impuestos incluidos).

Una operación puntual pero que no es ajena a la realidad de una parte de la ciudad llamada a transformarse por completo, pero todavía con muchos frentes abiertos. "Es un espacio en constante modificación, un espacio incierto", concreta la parte más joven del equipo de arquitectos pensando en todos los cambios que conllevará desde la demolición del viaducto de Carlos Marx con la correspondiente reorganización de esa trama urbana al impacto de t la operación de la estación intermodal de Moreda y su cubierta verde; sin olvidarse de los proyectos de construcción en el entorno de lo que ahora se conoce como Solarón.

La remodelación del Albergue Covadonga, recién adjudicada, es solo uno de los proyectos que se traen entre manos en Rasilla-Coloma. Para dentro de unas semanas se espera el inicio de las obras de rehabilitación de la Residencia Mixta de Pumarín, cuyo proyecto les fue adjudicado por el Principado de Asturias en 2023, y no tardará mucho en inaugurarse la nueva sede que diseñaron para el Colegio de Enfermería de Asturias en Oviedo. Si se mira más atrás se puede encontrar la firma De la Rasilla en el edificio de Emulsa en El Lauredal o en la piscina municipal de La Camocha.

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