La Residencia Mixta de Pumarín se prepara para dos años de intensas obras
La coordinación para evitar molestias a los residentes marcará la ejecución de una ambiciosa operación sobre fachadas y cubiertas
Una vista de la Residencia Mixta de Pumarín. | ÁNGEL GONZÁLEZ
A lo largo de los próximos días, previsiblemente antes de que acabe el mes, se firmará el contrato que permita arrancar las esperadas obras de rehabilitación de la Residencia Mixta de Pumarín. A partir de esa firma quedará un mes por delante antes de poder ver maquinaria y operarios en el complejo una vez formalizada el acta de replanteo. Eso son los plazos que se manejan desde la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado, de la que depende el ERA (Establecimientos residenciales para ancianos de Asturias".
El proyecto, que ronda los 8,7 millones con impuestos, se centra en la rehabilitación y mejora de la envolvente térmica del edificio y ha sido elaborado desde el gijonés despacho de arquitectos Rasilla-Coloma. La adjudicataria de las obras es la unión temporal de empresas compuesta por Obras Generales del Norte, Esfer Construcciones y Proyectos y Telegrado. La actuación se prolongará durante dos años y, en principio, se podrá compatibilizar con la presencia de los residentes ya que los trabajos son en el exterior. En todo caso la planificación de las obras tendrá especial cuidado en no interferir en las rutas de paso de los usuarios y en pactar con la dirección del centro los momentos más idóneos para los trabajos de remate que se tengan que hacer desde el interior.
Cuidado con los ruidos
El proyecto presentado por los arquitectos también hace hincapié en el control de ruidos y marca tres condiciones: que los cambios de carpinterías se hagan por plantas, que la zona de acceso se deje para la última fase y ser especialmente cuidadosos en el área de asistidos.
La actuación en el edificio de diez plantas entre las calles San Nicolás y Bélgica afecta a sus fachadas y cubiertas lo que supone intervenir sobre, respectivamente, 16.500 y 3.973,95 metros cuadrados. Ambas tienen un alto nivel de deterioro. Tanto que se han ido colocando redes de protección para evitar que los desprendimientos generarán problemas de seguridad para residentes y trabajadores. Las filtraciones de agua son otro problema en un edificio construido en 1979.
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