Paseantes y usuarios de la playa de San Lorenzo aplauden el plan municipal para poner a punto el Muro: "Es un beneficio para todos"

La temporada de baños asoma. El 1 de mayo está ahí, en el horizonte, y el Muro de la playa de San Lorenzo se acicala para estar en perfecto estado de revista de cara a los meses de más movimiento en el principal arenal de la ciudad. Son varias las actuaciones programadas en un plan de actuación municipal que está en marcha con la idea de que todo esté rematado para el 15 de junio. Entre ellas, dependientes de la concejalía de Infraestructuras, del forista Gilberto Villoria, están la revisión de pavimentos o el repintado de pérgolas, banderolas, el mobiliario urbano o las barandillas, algunas de las cuales ya lucen un blanco inmaculado para satisfacción de paseantes y usuarios. "Es un beneficio para todos", apuntan.

El matrimonio formado por Esmeralda Díaz y Juan Carlos Vicente, residente en La Arena, camina a diario por el Muro y en las últimas semanas ha visto a los operarios afanándose en el pintado de las barandillas. "La estética de la zona va a mejorar para los gijoneses y para los turistas, que verán que esto se cuida", subraya Esmeralda Díaz, que reivindica el atractivo de San Lorenzo, una playa "muy deseada" y que debe estar "en las mejores condiciones". "Estos trabajos vendrán muy bien", agrega Juan Carlos Vicente mientras echa un ojo a la caseta de Salvamento, cuyo servicio entrará en funcionamiento también el 1 de mayo. En San Lorenzo habrá ocho socorristas, siete lancheros y tres auxiliares.

En la escalera 2, popularmente conocida como la "Rampla", las barandillas acostumbran a sufrir numerosos daños por el ímpetu de las olas, aunque ya se nota la mano que le han dado los operarios para sacar a relucir el color blanco. Guillermo Ferreira y Guillermo Cimas son bañistas habituales de la zona. "Es lo que necesita este espacio, sobre todo la gente que venimos durante todo el año", afirma Ferreira, que asevera que "se agradece llegue la temporada de baños o en cualquier otro momento". Además de a nivel estético, recalca Guillermo Ferreira que el mantenimiento en las barandillas del Muro es pertinente por "seguridad", por el óxido que en ocasiones acumulan. En una línea similar se expresa Guillermo Cimas, que ensalza los trabajos impulsados por el Ayuntamiento para preparar el aluvión de usuarios que siempre se espera para el verano. "Da una imagen de que el paseo está cuidado y mantenido y así lo verá la gente que venga de fuera", sostiene el joven.

Otro signo de la cercanía de la campaña estival es la presencia de las casetas de helado distribuidas, con sus distintos colores, por la fachada marítima de San Lorenzo. Desde Semana Santa está abierto el puesto de la escalera. "Hay mucho turismo aunque a veces falla un poco el tiempo", declara Montse Moirón, que ayuda a su hija en la caseta. Sobre los preparativos en el Muro para la temporada de baños –que se extenderá hasta el 16 de octubre–, Moirón es contundente. "Me parece estupendo que lo estén dejando todo impoluto", manifiesta, que aplaude que las barandillas ahora "están más guapas" y vaticina un verano "mejor que el anterior" en su mundillo, el de los helados. "Gijón está de moda", proclama. Y uno de sus iconos, el Muro de San Lorenzo, se pone a punto para ello.

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