La curiosa reacción de unas monjas de Gijón tras la vuelta de la luz: "Cristo nunca se apaga"

La llamativa escena se vivió ayer en la calle Ramón y Cajal

La curiosa reacción de unas monjas en Gijón con el regreso de la luz

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Gijón

El regreso del suministro eléctrico se celebró ayer por todo lo alto en Gijón. Tras casi ocho horas de caos contenido desde que se fuera la luz, sobre las doce del mediodía de ayer, Gijón se quedó sin semáforos para regular el tráfico. Aunque no hubo incidencias destacadas, sí que se vivieron escenas de cierto nerviosismo. Sobre todo, en comercios donde hubo importantes colas para comprar velas, hornillos de gas y todo tipo de víveres.

La situación se pudo restablecer sobre las siete y cuarto de la tarde. La luz volvió poco a poco. Las campanas de la iglesia de San Lorenzo tocaron para anunciar el regreso del suministro. Los semáforos se fueron recuperando por fases. En la zona de El Coto fue uno de los lugares a los que la regulación semafórica llegó primero.

Fue allí, en la calle Ramón y Cajal, donde se vivió una curiosa escena. Un motorista que se encontraba por el lugar celebró el regreso de la luz. A su lado había una furgoneta con varias monjas dentro que se sumaron también a la celebración. "Cristo nunca se apaga", expresaron las religiosas en medio del júbilo.

La luz regresó a la ciudad a los pocos minutos. También, en la calle Corrida, cuando se encendieron las farolas hubo gente que aplaudió. 

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