Una intervención de récord, que salvó una vida: hablan los policías locales que atendieron a un hombre infartado en Gijón

"Es dinero bien invertido". De esta forma se expresaron los agentes de la Policía Local de Gijón Noel Castrillón y Fernando Moreno. Ellos, en el ejercicio de sus funciones, se convirtieron en los ángeles de la guarda del gijonés de 58 años que este miércoles cayó desplomado tras sufrir un paro cardiaco en la calle Cienfuegos, en Ceares. Ellos dos fueron los agentes que emplearon el desfibrilador de su coche patrulla y lograron sacar adelante a este hombre, que prosigue su recuperación en el Hospital de Cabueñes. El manejo de la situación por parte de estos dos agentes, como ya ha sucedido en otras ocasiones con la Policía Local, fue clave para evitar un desenlace que se planteaba fatal.

Castrillón y Moreno son agentes jóvenes, pero ya con experiencia. Han estado en asuntos peliagudos. El del miércoles les pilló muy cerca del lugar de los hechos. Se encontraban en la calle Quevedo, en el mismo barrio de El Coto. Estaban a unos cuatro minutos en coche del punto en el que este hombre cayó al suelo y llegaron en menos de un minuto. "No tenía pulso. Le hicimos la RCP y luego le colocamos el desfibrilador. La máquina lo escaneó y recomendó dar una descarga. Proseguimos con la RCP y luego recuperó el pulso", relataron ayer los dos policías.

Los servicios de emergencias también fueron rápidos. En cuestión de minutos, la UVI Móvil estaba allí. Los sanitarios se encargaron de estabilizar al paciente y de trasladarlo al Hospital de Cabueñes. Ayer se encontraba en mejor estado y ya consciente. "Los desfibriladores salvan vidas. Está claro que es dinero bien invertido", relatan los policías, que restan más bien importancia a su actuación porque, dicen, forma parte de su trabajo.

No es, de todas formas, la primera vez que la Policía Local se antoja clave para salvar una situación de este tipo. Los coches de este cuerpo municipal están dotados con desfibriladores, por lo que desde la comisaría se insiste en que, ante este tipo de situaciones, es importante contactar con ellos. Ejemplos los ha habido y recientes. Sin ir más lejos, en junio del año pasado fueron otros dos policías locales llamados Juan Simón y David Costales los que sacaron adelante a un hombre que sufrió un percance parecido en la plazuela de San Miguel. En la actuación de la calle Cienfuegos, los agentes también reconocen el papel de un transeúnte que fue el primero en atender al paciente. "Este ciudadano ya lo había puesto en posición lateral de seguridad", resumen estos dos agentes de la Policía Local que, una vez más, fueron vitales para salvar una vida.

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