Otra "casa de los horrores" destapada en Asturias: así cayó el gijonés que violó durante años a su nieta

Violó a su nieta durante varios años y, además, grababa las agresiones sexuales. Este es el relato de hechos elaborado por el Cuerpo Nacional de Policía después de una investigación por pornografía infantil que les llevó esta semana hasta el barrio de Nuevo Roces, en Gijón, y a la detención de un individuo de unos 60 años. La menor tiene ahora catorce años. Este hombre, que ayer optó por responder a las preguntas de su abogada en sede judicial, duerme ya en el Centro Penitenciario de Asturias por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Gijón, en funciones de guardia, que decretó, tras la petición de la Fiscalía, su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

Las labores de control que llevan a cabo desde la Policía Nacional para detectar posibles delitos contra las personas cometidos mediante el uso de nuevas tecnologías permitieron a los agentes detectar el rastro de un individuo que estaba subiendo a la "nube" (un espacio de almacenamiento digital) contenido de pederastia "de alto impacto y terriblemente denigrantes" en los que aparecía una menor. Otro dato situaba la conexión en la ciudad de Gijón.

La colaboración entre la Unidad Central de Ciberdelincuencia y agentes de la comisaría de El Natahoyo –esta misma semana la Policía Nacional ha detenido a 35 personas en toda España por intercambiar y almacenar pornografía infantil en un servicio en la "nube" dentro de una gran operación en 21 provincias– constataron que la difusión del material audiovisual que habían localizado determinaba que se trataba de imágenes autoproducidas. En ellas se veía a una menor de edad "en diferentes etapas de su vida". Los vídeos, detallan fuentes policiales, estaban grabados en las mismas estancias de un domicilio, pero en diferentes ciclos temporales, "con varios años de diferencia entre ellos". De ahí que se concluya en las pesquisas que la menor de edad sufrió estos episodios durante mucho tiempo.

Las averiguaciones policiales llevaron a identificar a la víctima, una joven menor de catorce años y que era nieta del autor de los hechos. También hallaron los agentes el domicilio del sospechoso. Establecieron un dispositivo de vigilancia y, aprovechando que este hombre salía a la calle, fue detenido. Además, se le intervino su teléfono móvil.

Entrada y registro en el piso

Previa autorización judicial, detallan las mismas fuentes, accedieron a la vivienda para llevar a cabo un registro y así poder localizar las pruebas que permitiesen ratificar las pesquisas. Intervinieron los agentes un ordenador portátil, un "pendrive", una tarjeta de memoria y diversa documentación. Entre los archivos había vídeos "aberrantes", según ha podido saber este periódico. Era en ese piso del registro, precisamente, donde se producía las agresiones sexuales que durante años padeció la menor, a juzgar por el cotejo de las habitaciones con los vídeos incautados. Es por ello, señalan los policías, que los padres de la niña "desconocían que su hija había estado siendo objeto de agresiones sexuales", porque se producían cuando la menor visitaba a su abuelo en el domicilio.

Esposado y custodiado por varios agentes la Policía Nacional salió de su vivienda tras el registro camino de los calabozos. Ayer sábado pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 3, que instruye y dirige el procedimiento. Decretó su ingreso en prisión preventiva. Durante su paso por el Palacio de Justicia estuvo asistido por una abogada. El hombre, que carecía de antecedentes por delitos de esta índole, respondió solo a las preguntas que le formuló su letrada. La investigación judicial sigue en marcha con este individuo en prisión, una situación que podría variar a lo largo del procedimiento antes de que deba responder por los delitos presuntamente cometidos.

Suscríbete para seguir leyendo