Entrevista | José Luis García López Histórico cuidador del parque de Isabel la Católica, se acaba de jubilar
"Hay más de 50 tortugas en Isabel la Católica; las siguen soltando y es un problema"
"Es un tesoro que hay que seguir cuidando", señala García sobre este gran pulmón verde de la ciudad, del que lamenta el descenso de la fauna: "En 2012 llegó a haber en torno a 1.000 y ahora solo hay 100, como mucho, sin contar la garcilla bueyera"

José Luis García López, junto al estanque grande del parque de Isabel la Católica. | PEDRO ORTERA
José Luis García López (Noreña, 1960), histórico cuidador de los animales del parque de Isabel la Católica, se jubiló en septiembre tras dos décadas de trabajo incesante y la licitación de su sustitución acaba de ser publicada.
-¿Se jubila satisfecho?
-Sí. Llevar a cabo estas labores fue una experiencia muy enriquecedora. Estar con los animales supone que hay momentos muy agradables, aunque también otros muy tristes. Pero prefiero quedarme con los buenos recuerdos.
-¿A cuáles se refiere?
-Especialmente, cuando nacía algún animal era una gran experiencia y una alegría tremenda. Y cuando moría alguno, todo lo contrario.
-Veinte años, que se dice pronto.
-Así es. Cuando empecé no esperaba estar aquí hasta la jubilación, no contaba con ello. Pero eso es motivo de alegría porque mi pasión por los animales estuvo presente desde muy joven.
-¿Cómo surgió ese vínculo?
-Con 15 años, mi hermano Emilio y yo ya teníamos en una casa de Lugo de Llanera unas incubadoras en las que sacábamos gallinas. Cada ocho horas le dábamos la vuelta a los huevos. Ahora, todo eso ha cambiado mucho y es más sencillo. Ya hay incubadoras automáticas y piensos más completos.
-¿Y qué ocurrió a partir de ahí?
-Mi familia se fue a Venezuela un tiempo y yo también acabé haciendo lo mismo. Después, al regresar, ya me establecí en Gijón. Primero trabajé haciendo obras para el Ayuntamiento y ya más tarde surgió esta oportunidad.
-¿Cómo la recibió?
-No dudé en ningún momento. Era seguir trabajando como autónomo, pero de lo que verdaderamente sentía que era lo mío. Durante ese tiempo me acompañó trabajando como operario mi hijo, Isaac, y los dos hacíamos de todo. Pudimos convivir muchas horas juntos gracias a eso, así que fue una suerte.
-¿Sigue viniendo al parque a diario?
-Claro. Vivo cerca y ahora mi rutina se basa en levantarme, ir al gimnasio del Grupo Covadonga, tomar un café con los amigos y ya ir a coger a mi perra (Laika) para venir a pasear con ella. Muchos se piensan que es la perra del parque de todo el tiempo que pasa aquí.
-¿Qué siente cuando recorre el parque sin obligaciones laborales?
-Son sentimientos encontrados. Por un lado, alegría por la jubilación, pero también pena. Lo que intento hacer es seguir disfrutando de los animales. Voy a la pajarera a verlos y voy por los alrededores de los estanques. Y a los trabajadores que vienen a cuidar esto ahora pues les doy algún consejo si les apetece, aunque soy partidario de que cada uno haga lo que crea que debe hacer.
-¿Cómo ha cambiado el parque y los estanques desde que usted comenzó a trabajar aquí?
-El mayor cambio, sin duda, fue cuando se dragaron los lagos. Eso supuso un salto de calidad para los animales tremendo. El agua había llegado a alcanzar temperaturas altísimas, de incluso 27 o 28 grados, y eso conllevaba que se generaran muchas bacterias. Fueron unas labores laboriosas, porque hubo que trasladar a todos los animales y hacer cercados, pero mereció la pena. Quedó fantástico. Gracias a eso hay mucha más profundidad de agua y el sol no incide tanto. Por ello no hay tantas algas y la temperatura es normal, de unos 21 grados.
-¿Qué mejoras solicita?
-Estaría por la labor de que se trajeran animales, pero es cierto que está complicado. La mayoría suelen venir desde Alemania, Bélgica y Holanda, pero con el tema de la gripe aviar hubo que sacrificar a muchos. Entonces, ahora no hay animales y eso es un problema. Además, la compañía de transporte que antes los movía ya ha dejado de hacerlo.
-¿Con qué cifras de animales se cuenta ahora?
-Sin contar la garcilla bueyera, que es la más abundante, 100 como mucho. Habrá unas 60 ocas, 3 gansos... muy pocos animales. Sobre todo teniendo en cuenta que por el 2012 aquí llegó a haber en torno a 1.000. No parábamos de recoger gallinas y ahora no viene ni la fauna silvestre.
-Un cambio enorme.
-Sí. Primero fue la nutria, pero es que cuando nos estábamos recuperando llegaron los robos. Eso fue un palo grande, porque encima robaban los jóvenes, los reproductores. Entonces, si te roban lo que sirve para producir y no puedes traer, esto se muere.
-¿Cómo se puede mejorar esto?
-Espero que al menos empiecen a venir más animales en invierno y en verano, cuando vienen a criar.
-¿Continúa habiendo tortugas?
-Sí, la gente las sigue soltando. Ya pude confirmar en dos ocasiones que se reproducen aquí. Siempre pensé que no podrían por la temperatura, pero sí. Eso es un problema, ya que todo lo que sean animales introducidos en otro hábitat que no sea el suyo puede desplazar a los autóctonos. No conozco qué daños concretos, pero bueno no es. Y calculo que entre el lago pequeño y el grande puede haber entre 50 y 60 tortugas.
-¿Cómo define lo que supone el parque para la ciudad?
-Es un tesoro que hay que seguir cuidando. Esto mueve a mucha gente. Casi a diario vienen amantes de los animales y de la naturaleza. Además de los demás vecinos y turistas, que suelen destacar que todo está muy guapo y bien cuidado.
-¿Qué consejos lanza a sus sustitutos?
Les diría que disfrutaran de este trabajo al máximo. Es una suerte y una rutina increíble. Si consigues disfrutar de cuidar a los animales y de hablar con quienes pasean por aquí, lo demás viene solo. Entonces, les tiene que gustar estar con los animales y que esa sea su pasión, aunque eso conlleve que en muchas ocasiones no vaya a haber un horario fijo. Si eso es así, el parque seguirá yendo bien.
Suscríbete para seguir leyendo
- Primero fueron los patos y ahora un nuevo suceso sorprende a los bañistas de la playa de San Lorenzo en Gijón: 'Está flotando en el aire
- Un vecino de Gijón cae de la cama tras beber y tiene que ser atendido por una UVI
- El presidente de Asturias, Adrián Barbón, se abre en Gijón sobre su fe católica: 'Si eres buen cristiano evitarás la corrupción
- Tiene 37 años, es adicto a la coca y le ha dado una brutal paliza a su madre por no darle dinero: así es este caso de violencia familiar en Gijón
- Gijón abrirá su playa verde del Rinconín el próximo verano, antes de iniciar las obras
- Aparatoso accidente de tráfico sin heridos en la A-8 a la altura de Gijón
- La 'curiosa' familia que sorprendió a los bañistas no se va de la playa de San Lorenzo: siguen deleitando con sus paseos en Gijón
- El Natahoyo celebra la recuperación de este preciado entorno de Gijón y espera que las reformas sigan sin trabas: 'Está genial