Así será la gran transformación del tráfico en el centro de Gijón: Munuza y Domínguez Gil perderán un carril para ampliar sus aceras

El proyecto de reforma, que estudia dejar también una única vía en todo San Bernardo, apuesta por el doble sentido en Cabrales e invertir el de Emilio Villa

Varios peatones en la calle Munuza. | JUAN PLAZA

Varios peatones en la calle Munuza. | JUAN PLAZA

Gijón

El estudio en el que el gobierno local lleva meses trabajando para reformar el entorno de la calle Munuza y solucionar sus endémicos atascos y el difícil tránsito de sus aceras ha concluido y deja sobre la mesa una propuesta más ambiciosa de lo previsto. Como era de esperar, la idea es que Munuza se quede con un único carril de tráfico para ampliar las aceras, pero, además, varias calles de su entorno tendrán que ser también reformadas. Destaca, en este borrador recién terminado, la actuación propuesta para Domínguez Gil, que se quedará también con un carril, y la posibilidad, en este caso pendiente de más estudios, de eliminar asimismo el segundo carril de San Bernardo. De salir adelante todas las medidas, Gijón estaría ante la reordenación viaria de la zona centro más relevante en años.

La inusual situación de Munuza, con unas aceras muy estrechas y un tránsito de vehículos elevado, lleva rondando los despachos consistoriales desde hace años. Que un vial tan céntrico y rodeado de tramos peatonales o pacificados tenga aún hoy unas aceras que no llegan al metro y medio de ancho resulta arcaico, pero la presión de tráfico que asume complicó siempre sus posibilidades de reforma. El actual gobierno local plantea, por un lado, dejar un único carril de tráfico y, con ese espacio que se gana, ampliar las aceras hasta los dos metros y medio.

El estudio que se acaba de terminar apuesta, también, por prohibir el giro a la izquierda desde esta calle hacia Los Moros, un cambio que, se espera, aligerará la fluidez del tráfico y que se entiende que no generará grandes trastornos, porque los vehículos que quieran ir en esta dirección deberán circular solo unos metros más hasta tomar la glorieta del Carmen y retomar el camino en sentido inverso.

Por su parte, Domínguez Gil, que convive hoy con su tramo peatonal y su tramo «antiguo», vivirá una reforma similar a la de Munuza: se quedará con un único carril y con aceras ampliadas en la parte por la que aún se puede circular. Sobre la mesa, aunque en este caso la idea no se antoja tan definitiva y ha de revisarse, está también dejar San Bernardo con un único carril en todo su recorrido. Gran parte del tramo ya sigue este formato, pero se duplica a su llegada al Parchís y hasta su entronque con Munuza.

Aligerada la presencia de carriles de circulación, la propuesta con la que trabaja estas semanas el gobierno local plantea también varios cambios de ordenación viaria para, según fuentes municipales, "evitar giros innecesarios" y facilitar "una mayor fluidez" del tráfico. Además de eliminar el giro directo desde Munuza hasta Los Moros, se ponen sobre la mesa otras dos modificaciones: habilitar el doble sentido en Cabrales en el entorno del Náutico e invertir el sentido de Emilio Villa. Esto permitirá que, desde Cabrales, para incorporarse a San Bernardo, los conductores puedan incorporarse por Domínguez Gil (para ir a Munuza y al barrio del Carmen) pero también por Emilio Villa (generando un nuevo recorrido para ir hasta la plaza Mayor y a Cimavilla).

Los presupuestos municipales cuentan este año con una dotación de 200.000 euros para el plan de Munuza, si bien por entonces no se barajaba una actuación tan amplia. Los nuevos cambios propuestos, sin embargo, pretenden que los cuellos de botella que se generan en Munuza no se muevan a calles aledañas, incluyendo los que muchas veces sufre Domínguez Gil por la falta de alternativas desde el Náutico para entrar al centro. Desde hace meses, por otra parte, el gobierno defiende que consultará su propuesta definitiva con vecinos y comerciantes.

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