Arranca con gran expectación el derribo del histórico edificio de El Jazmín en Gijón

El proyecto de reforma del inmueble plantea su rehabilitación con un nuevo recrecido de dos plantas y un ático

Arranca el derribo del histórico edificio de El Jazmín junto a la plaza de Europa, en Gijón

Marcos León

El derribo del histórico edificio que albergó la mercería El Jazmín, junto a la plaza de Europa, en marcha. Los trabajos comenzaron este lunes y suscitaron la curiosidad de no pocos viandantes, que observaban el punto de inicio de un proyecto que supondrá, por parte de Construcciones Fercavia, la rehabilitación del inmueble –que se encontraba en estado de ruina– con un nuevo recrecido de dos plantas y un ático, igualando así en altura al bloque de viviendas que tiene a su lado. La pasada semana los operarios colocaron verjas metálicas para rodear el perímetro del edificio como antesala de la demolición, que algún paseante no dudaba en fotografiar y grabar.

La consejería de Transición Ecológica del Principado dio en marzo de 2024 el visto bueno al informe ambiental estratégico para la modificación del catálogo urbanístico, requisito ineludible que permitía desbloquear el plan impulsado por Construcciones Fercavia, empresa propietaria del edificio. En los informes técnicos se recogía también que el deterioro de las fachadas impedía rehabilitarlas y que, por tanto, debían ser desmontadas, aunque "reproduciéndose" para conservar su integración estética en el entorno.

El proyecto partía de la idea de que el inmueble (ubicado entre las calles Plaza de Europa, Covadonga, Anselmo Cifuentes y Pelayo), como consecuencia de su abandono, estaba "condenado a su demolición". Por ejemplo, en septiembre del pasado año integrantes del servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos intervinieron en la fachada principal por caída de cascotes. A la hora de diseñar el proyecto, los técnicos valoraban que esa fachada, que da a la plaza de Europa, estaba «completamente deformada», con desniveles de hasta 60 centímetros y con un deterioro "irrecuperable", obligando a desmontar y reproducir todo el entramado. Asimismo, los estudios apuntaban que la escasez de altura del edificio, en comparación a inmuebles cercanos, hacía que se restara "potencia" a la imagen, circunstancia que se atajará con el recrecido de dos plantas y un ático de 442 metros cuadrados.

La construcción albergó el domicilio del pintor Nicanor Piñole durante casi toda su vida. Fue un encargo del indiano Manuel Prendes, tío de Piñole, al arquitecto Rodolfo Ibáñez en 1889, fecha, fecha en la que el casco urbano de Gijón finalizaba allí. El edificio protagonizó una de las mayores promociones inmobiliarias de la época, ocupando una manzana entera, con más de una treintena de viviendas agrupadas en siete portales y más de una docena de locales comerciales. En ellos se asentaron varios negocios hasta finales del siglo XX, como la fábrica de mantequilla La Simpar o la mercería El Jazmín, que alcanzó tal popularidad que su nombre se ha utilizado para identificar al propio inmueble que se halla, ahora, en proceso de derribo.

El desgaste de la manzana se debió fundamentalmente a un progresivo asentamiento diferencial de su cimentación debido a las variaciones freáticas del terreno en esa zona, que se unía a la falta de mantenimiento durante las últimas décadas.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents