El padre gijonés acusado de violar a sus hijas (que ya fue condenado a 25 años) afronta su segundo juicio y podría sumar esta otra pena

El hombre podría llegar a tener una pena de 40 años de prisión, la más alta que se puede imponer en España

Juzgados de Gijón.

Juzgados de Gijón. / DANIEL MON

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Gijón

Uno de los casos de abusos sexuales más duros de los últimos años encara su recta final. El padre gijonés que ya fue condenado a 25 años de cárcel por violar de forma reiterada a su hija pequeña, la cual tenía solo seis años cuando sucedieron los hechos, volverá hoy al banquillo de los acusados. Y lo hará para responder por las por ahora supuestas agresiones sexuales que cometió sobre su hija mayor desde que esta tenía ocho años y hasta que cumplió los trece. Las dos causas se habían instruido en procedimientos judiciales separados. Por esta segunda, la Fiscalía le pide una pena de cárcel de 12 años de cárcel por un delito de agresión sexual a una menor de 16 años, mientras que la acusación particular le pide 15. De ser sentenciado en los segundos términos, tendría una condena de 40 años de cárcel, que es la más alta que se puede imponer en España.

El juicio está fijado para hoy a las doce en la sección octava de la Audiencia Provincial. Las agresiones sexuales que se van a juzgar hoy ocurrieron cronológicamente primero, pero se descubrieron después. Se tuvo conocimiento de ellas a raíz de la denuncia que se interpuso por los abusos sexuales cometidos sobre la hija de seis años, es decir, los abusos que ya han sido juzgados y probados.

Las dos menores son hijas biológicas del acusado, pero de madres diferentes. Esta circunstancia, tal y como consta en una causa que fue desvelada por LA NUEVA ESPAÑA, facilitó que el individuo pudiera perpetrar los abusos. En el caso de la menor de seis años, este gijonés fue condenado por dos delitos. Uno, continuado contra la libertad sexual de una menor de 16 años y otro de agresión sexual a una menor de 16 años. Esto fue así porque la pequeña, en la fase de instrucción, no pudo concretar todos los episodios que sucedieron pero sí que habló de uno concreto. En este caso, las relaciones sexuales no fueron completas.

Sí que lo fueron, supuestamente, en el que se va a juzgar hoy. Estas agresiones, sostienen las acusaciones, comenzaron cuando la víctima tenía ocho años y fueron subiendo de gravedad hasta ser completas. Además de los 12 y los 15 años de cárcel que se le piden, se le reclama una indemnización que se va a los 40.000 euros por daños morales.

Un caso de abusos sostenido en el tiempo

  • El padre gijonés que ya fue condenado a 25 años de cárcel por violar a su hija menor, que solo tenía seis años cuando ocurrieron los hechos, volverá a sentarse hoy en el banquillo de los acusados. Lo hará para responder por el segundo procedimiento penal en el que está inmerso. En este, la víctima es su hija mayor que comenzó a sufrir los abusos cuando tenía ocho años y estos se mantuvieron hasta que cumplió los 13 años.
  • En este segundo proceso, la Fiscalía le pide doce años de cárcel por un delito de agresión sexual. Sin embargo, la acusación particular le pide que cumpla 15 años de prisión. En el caso de que los magistrados consideren que debe ser condenado y lo hagan en estos segundos términos, tendría sobre sus espaldas una condena de 40 años de cárcel, que es el máximo que se puede imponer en España.

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