Buscan en Llanes al violador fugado acusado de abusar de sus hijas en Gijón: un rastreo y una treta bajo sospecha

La Guardia Civil halla un coche utilizado por el procesado en el entorno de los bufones de Santiuste

Llanes

Novedades en el caso del padre gijonés en busca y captura desde que hace dos días eludiese su juicio por agredir sexualmente a una de sus dos hijas –y tras ser condenado a 25 años de prisión por violar a su hija más pequeña, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA–. La Guardia Civil lleva buscando al investigado en el entorno de Llanes durante las últimas dos jornadas, con un amplio despliegue en el que, según ha podido saber este diario, se han implicado todos los efectivos del cuartel llanisco.

En el operativo, en el que también ha participado el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), se realizó un barrido de búsqueda por todo el litoral oriental asturiano que se extendió, ayer por la tarde, hasta la frontera con la comunidad vecina. No se descarta ninguna hipótesis desde que el entorno del sospechoso presentó una denuncia por desaparición, pero una de las teorías que están sobre la mesa es que el prófugo podría haber fingido un suicidio para escapar de la justicia.

A la izquierda, el turismo abandonado en la carretera que, presuntamente, pertenece a un familiar del prófugo; a la derecha, despliegue del operativo conjunto de la Guardia Civil y el SEPA; en el círculo, un helicóptero del instituto armado, realizando un vuelo de inspección sobre Llanes y en dirección a la zona oriental de la región. | MARCOS LEÓN

El turismo abandonado en la carretera que, presuntamente, pertenece a un familiar del prófugo. / Marcos León

Las alertas saltaron a principios de semana y por partida doble, antes de que el acusado no apareciese a la vista oral programada el pasado miércoles en el Palacio de Justicia de Gijón para ser juzgado por las supuestas agresiones sexuales perpetradas a su hija mayor. Por un lado, la familia, que denunció el martes por la noche su desaparición en dependencias de la Policía Nacional después de que el procesado alquilase una furgoneta el lunes con el fin de huir al extranjero. Por otro, la preocupación de los vecinos de la zona de La Franca, que se percataron de que un turismo desconocido –un Citroën Xsara granate– llevaba varios días aparcado en la carretera N-634 en las inmediaciones de los bufones de Santiuste, un área peligrosa donde la mar se ha cobrado varias vidas.

Buscan en la costa de Llanes al prófugo acusado de violar a sus dos hijas | LNE

Un helicóptero del instituto armado, realizando un vuelo de inspección sobre Llanes y en dirección a la zona oriental de la región. / Marcos León

Tras ambos avisos, comenzó una investigación en la que se identificó al dueño del turismo el cual es, supuestamente, un familiar del fugado. El pariente informó, en este caso, de que el gijonés que está en busca y captura hacía uso del automóvil asiduamente, lo que llevó a que el rastreo de las fuerzas de seguridad apuntase hacia la zona llanisca.

Con estas pistas en la mano, la Guardia Civil puso en marcha, desde el jueves por la tarde, un amplísimo operativo. El cuerpo involucró a prácticamente todos sus efectivos de servicio. Los agentes comenzaron con la búsqueda del procesado por tierra, con dos patrullas; también por aire, con el helicóptero, que efectuó exploraciones visuales desde las alturas, y con la patrullera marítima, que hizo lo propio por la escarpada zona costera y que se dejó ver por zonas como la playa de La Franca, según comentaron los vecinos. Por su parte, el SEPA también sacó a volar su propio vehículo aéreo el jueves para colaborar con unas tareas en las que no se descarta encontrar un cadáver y que la realidad sea que el acusado se haya quitado la vida a raíz de lo ocurrido en los juzgados.

Los minuciosos trabajos de búsqueda de ambos cuerpos de seguridad ciudadana no dieron fruto, por el momento, en los Bufones de Santiuste. Este motivo llevó, siempre según las fuentes contactadas, a tomar la decisión de levantar el puesto de mando, instalado en las cercanías del fenómeno geológico, para extender el perímetro de rastreo hasta Cantabria. Ayer no se desechaba ampliar las indagaciones a dicho territorio. La opción de que todo esto sea una treta para eludir la cárcel se está investigando también.

Más de una década

El caso del procesado, de unos 50 años, se remonta una década en el tiempo, en concreto al año 2015, aunque no fue hasta el ejercicio pasado cuando se desvelaron los hechos. La denuncia que presentó su hija menor –a la que empezó a agredir sexualmente cuando tenía seis años– hizo que saliesen a la luz las agresiones sufridas por la hermana mayor y que se abriesen dos procedimientos. En ambos casos, desvelados por este periódico, el padre defendió su inocencia y negó todos los cargos.

En el juicio por las reiteradas agresiones sexuales a su hija menor, se le condenó a 25 años de prisión, pero el hombre se encontraba en libertad al no ser una sentencia firme. En la causa pendiente, por la cual se le ha declarado en busca y captura al no presentarse a la segunda vista, la Fiscalía pide doce años de cárcel y la acusación quince por un delito de agresión sexual a una menor de 16 años.

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