Juegos sin barreras por la inclusión: así es la actividad conjunta entre el colegio Pumarín y el de Educación Especial de Castiello

Una jornada de convivencia por la "integración" enmarcada en el proyecto "Aulas Verdes"

VÍDEO: El colegio Pumarín y el centro de Educación Especial de Castiello celebran una jornada de convivencia por la inclusión

Vídeo: Sergio García | Foto: Luisma Murias

Pumarín

"La inclusión se tiene que vivir a diario", reivindicó ayer Alberto Ferrao, director del colegio Pumarín, que recibió una visita muy especial, la del colegio de Educación Especial de Castiello. Ambos centros compartieron una jornada de convivencia "muy bonita", afirmó Ferrao. Hubo un taller de plástica, juegos cooperativos y un recorrido por el Pumarín para que la veintena de alumnos del Castiello (entre 18 y 21 años, del ciclo de transición a la vida adulta) que disfrutaron de la actividad pudieran conocer los entresijos del cole en un encuentro enmarcado en el proyecto "Aulas verdes", destinado a acercar a las aulas la naturaleza y en el que participan los dos centros educativos.

Rosana Álvarez, profesora del colegio de Castiello, celebró el impulso de una "iniciativa estupenda" para favorecer la "integración" y que sirve, y de mucho, a los jóvenes alumnos de Castiello. "Ven otra realidad diferente a la suya y es incluso más beneficioso para los estudiantes del Pumarín que para los nuestros", subrayó Rosana Álvarez, que recalcó que fomentar la inclusión es un "objetivo fundamental". "Actividades así son un diez, deberían hacerse muchas veces al año", sostuvo la docente.

En la pista cubierta del colegio Pumarín había "estaciones" de juegos. En una tocaba introducir pelotas en distintos aros, en otra encestar pelotas de tenis, otra era una "bolera"... Los alumnos de ambos coles, por grupos, se mezclaban para estrechar lazos y compartir juntos ese rato de diversión. Basmala El Mesaid, Sara Elena Breda, Mateo Nazarala y Yoel Mejido, del Pumarín, fueron algunos de los maestros de ceremonias, de los que explicaban a los "invitados" en qué consistía cada juego. Al finalizar, la lección estaba más que aprendida. "Todos somos iguales", aseveró Mateo Nazarala. "Las manualidades las hacían mejor que yo", bromeaba Yoel Mejido.

Candela Suárez y Sabrina Dos Santos, alumnas del colegio de Educación Especial de Castiello, estaban encantadas con la experiencia. "Así salimos un poco de nuestro entorno, conocemos a otros niños y nos divertimos", aplaudió Suárez. El pasado curso ya tuvo lugar una jornada similar. "¿Qué es lo que más te ha gustado?", le preguntaba Dos Santos a su compañera Carla Cueli. "¡Visitar el cole!", respondió esta con energía. "Los murales que tienen son muy chulos", ponderó Sabrina Dos Santos. El alumnado de ambos colegios culminó la tanda de juegos con un baile que dio buena cuenta de que la inclusión social se asimila desde pequeños.

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