El último adiós a Madame Riti, un "icono" de Gijón que "era todo bondad"

Un funeral íntimo, cálido y cargado de emociones acogió ayer la iglesia de San Pedro para darle un último adiós a Rita de Diego Fernández, "Madame Riti", fallecida en marzo, en Madrid, a los 91 años, y que regentó durante décadas el Club Arlequín. "Fue una persona icónica en Gijón, que deja historia", ensalzó Javier Gómez Cuesta, párroco de San Pedro, durante las exequias, en las que estuvieron decenas de allegados de quien también fuera cigarrera en Cimavilla. "Todos me hablaron muy bien de ella, de que era entrañable, acogedora y comprensiva", destacó Javier Gómez Cuesta.

Rita de Diego Fernández –cuyas cenizas estaban presentes en la ceremonia, junto a un ramo de flores– vivió sus últimos años en la Costa del Sol y Madrid. Al funeral, ayer, acudieron familiares procedentes de Galicia o Andalucía. Sus nietos, Julio y Álvaro Suárez, protagonizaron uno de los momentos más emotivos. "Era todo bondad y si algo quería siempre mi abuela era estar reunida con familia y amigos", aseguró el primero, que reivindicó que "Gijón es donde quiere estar porque su vida está aquí". "Ha sido como una segunda madre, una guía y un refugio", subrayó Álvaro Suárez.

"Era belleza, dulzura y consejo", aplaudió el hostelero Sergio Puente, que también quiso dedicar unas palabras a "la abuela más guapa e inteligente de la noche gijonesa". "El Arlequín era un sitio coqueto, pero todo el mundo pasaba por allí", afirmó Puente, que definió a "Madame Riti" como "una mujer entregada a su gijonesismo" y de la que ayer los suyos le brindaron una sentida despedida.

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