La recuperación de la batería alta de Cimavilla encara su recta final

Las obras del museo del Cerro progresan y la impermeabilización del entorno del "Elogio" llega a su ecuador

El refugio antiaéreo recreará sonidos de bombardeos

Gijón

Empujón al proyecto de recuperación de la historia defensiva y militar de Gijón en Cimavilla. Concretamente, en la batería alta del barrio, en el Cerro de Santa Catalina. La principal actuación, la construcción de un centro de interpretación a modo de pequeño museo, avanza. El grueso de la estructura ya está realizado y es la parte de la cubierta en la que se centrarán los operarios en el marco de una obra que también incluye, por ejemplo, la impermeabilización del entorno, que ha llegado ya a la mitad del terreno alrededor del "Elogio del Horizonte". Hasta agosto tiene de plazo la empresa ejecutora, Obras Viales e Infraestructuras de Norte, para culminar los trabajos, encuadrados en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos, financiado con fondos europeos.

Precisamente ayer salían a licitación la realización del proyecto de musealización, con ejecución del mismo, de la batería alta de Cimavilla y del refugio antiaéreo, a convertir ambos equipamientos en reclamos turísticos. El presupuesto base de licitación es de 176.045,51 euros el primer apartado y de 52.362,46 euros el segundo –IVA incluido–. El centro de interpretación del Cerro ofrecerá un recorrido cronológico sobre las fortificaciones de la bahía y también tendrá un espacio para audiovisual inmersivo sobre la evolución de las mismas. A su vez, habrá una zona con piezas y reconstrucciones, una sala multiusos para conferencias, proyecciones o talleres y un observatorio en el que los visitantes activarán el sonido y la pantalla interactiva.

Un plan global con varias actuaciones finalizadas

La entrada al refugio antiaéreo, en la calle Claudio Alvargonzález. / JUAN PLAZA

Respecto al refugio antiaéreo, se impulsará una experiencia inmersiva "que explique, desde la perspectiva de la memoria democrática, el sistema de protección a la población durante la Guerra Civil". La visita, pensada por las características del lugar para un máximo de 8-10 personas más el guía, se inicia desde la entrada de la calle Claudio Alvargonzález, hasta la trasera del Palacio de Revillagigedo, donde hay una pequeña sala subterránea en la que se explicará el contexto histórico y las particularidades de los refugios de la ciudad. El planteamiento pasa por comenzar el recorrido con una sirena de alarma, recreando los sonidos de alerta de bombardeos, con la incorporación de locuciones de la época de la Guerra Civil acompañadas de un tintineo de luces. A su vez, se valorará la instalación de hologramas para mejorar la calidad de la experiencia.

Los objetivos de las intervenciones, que deberán ser "originales, didácticas, lúdicas, creativas e innovadoras", son la "recuperación, conservación y puesta en valor del patrimonio defensivo de Gijón", además de "promover el conocimiento histórico sobre la ciudad en época moderna y contemporánea". Los centros de interpretación funcionarán, por tanto, como "recursos culturales y turísticos de la ciudad con el uso de nuevas tecnologías", según se desgrana en el pliego de prescripciones técnicas, que abogan por conseguir "que visitantes y turistas no se sientan un mero espectador, sino que puedan interactuar con los diferentes elementos museográficos".

El centro de interpretación que se ubicará en Cimavilla simulará el aspecto de un búnker, recreando un barracón, de unos 65 metros cuadrados. Al margen está en marcha una intervención paralela no tan visual pero también importante, con la impermeabilización del entorno de la batería semisoterrada, aquejada de filtraciones, y el restablecimiento del sistema de ventilación. La acumulación de tierras es más que visible en los aledaños del "Elogio del Horizonte", cuyos accesos peatones están restringidos. Por delante aún restan unas semanas hasta finiquitar las labores en el Cerro, que supondrán un paso más en el propósito del gobierno local de poner en valor el bagaje militar de la ciudad.

Un plan global con varias actuaciones finalizadas

La obra en la batería alta de Cimavilla se complementa con otras actuaciones ya concluidas en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, como la rehabilitación de la batería baja, junto al skatepark, reconvertida en museo al aire libre. También finalizaron hace semanas los trabajos en la batería militar del cabo San Lorenzo, en La Providencia, que supusieron la adecuación de la trinchera original y la apertura del puesto de tiro. El proyecto tomó más relevancia aún tras el hallazgo del muro original de la trinchera, que se encontraba en mucho mejor estado de lo esperado.

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