Así es la tesis sobresaliente "cum laude" del director de la Escuela de Hostelería de Gijón: "Va a ser siempre un caballo de batalla"

Roberto Suárez Malagón defiende la libertad de cátedra en el ámbito no universitario: "Tiene límites, contenido y alcance"

Roberto Suárez Malagón, en la Escuela de Hostelería, con su tesis.

Roberto Suárez Malagón, en la Escuela de Hostelería, con su tesis. / Marcos León

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Gijón

Un profesor de Biología en Bachillerato explica a sus alumnos que el covid es una invención, que no existe. "Si argumenta, ante esos alumnos mayores y con pensamiento crítico, las otras teorías y existe un rigor científico y están presentes todas las opiniones, sí es libertad de cátedra", pone como ejemplo Roberto Suárez Malagón. Pero si un profesor de Tecnología, en 4º de la ESO, da opiniones políticas en su clase, "evidentemente no forma parte de la libertad de cátedra, por mucho que se ampare, porque las opiniones políticas no entran el en temario de tecnología". Son dos casos, entre los muchos reales y ficticios, que Suárez, director de la Escuela de Hostelería y Turismo, ha analizado en su tesis doctoral, "La libertad de cátedra en la enseñanza pública no universitaria", que acaba de defender ante un tribunal, y con la que recibió la calificación de sobresaliente cum laude, con propuesta para premio extraordinario.

"Es un ámbito de la educación y los derechos fundamentales en el que no hay ninguna publicación específica y siempre me pareció muy interesante por mi experiencia profesional", explica Suárez, con estudios en Derecho y Periodismo, llegando a pasar por LA NUEVA ESPAÑA, antes de enfocar su carrera hacia la formación profesional. "La esencia de mi tesis es que en el ámbito de la enseñanza pública no universitaria existe una amplitud y contenido de la libertad de cátedra mucho mayor que el que tradicionalmente se le ha atribuido. Históricamente se consideraba que principalmente tenía juego en la Universidad", añade.

"Algo muy útil y desconocido para los docentes"

Suárez decidió sumergirse en este trabajo, al detectar que era un ámbito poco desarrollado. Lo hizo dentro del programa de Derecho y Ciencias Sociales de la UNED. "Es algo muy útil y desconocido para los docentes, y que tiene mucho desarrollo. Históricamente se entendía que quien podía ejercerla eran aquellos que investigaban y experimentan en la Universidad. Mi tesis es que ese derecho, en el ámbito no universitario, tiene mucho alcance y contenido", expone.

Puntualiza el autor de la tesis que la libertad de cátedra "es un derecho fundamental, que está reconocido en la Constitución, y que está vinculado a la libertad de expresión". Y defiende Suárez que se aplica en la etapa no universitaria, y en la parte no obligatoria, "donde es mucho más parecida al ámbito de la Universidad que al de la Educación Primaria".

"Un derecho fundamental reconocido en la Constitución"

En su publicación traslada "muchas sentencias de los tribunales en los que se han visto casos que aclaran el ejercicio de este derecho" e incluye también casos prácticos, ficticios y reales, en el ámbito de colegios e institutos en los que se analiza si procede o no acudir a este derecho. "Está por ejemplo el caso de un profesor al que sancionan por las calificaciones de exámenes. La evaluación no forma parte de la libertad de cátedra, es una de las confusiones de los profesores. Se piensa que se puede dar clase como yo quiera, con los contenidos que veo y que los exámenes también los decido yo, pero el tema de la evaluación puede ser revisado por un tribunal", comenta el autor de la tesis.

Más casos. Un conflicto en Asturias, hace un par de años, en torno al Día de la Mujer. "Se leyó en todas las aulas una explicación de esa efeméride. Se planteó que no se podía hacer, porque era adoctrinar", explica Suárez, que abre aquí una doble interpretación: "Se aludió a eso, pero no forma parte de la libertad de cátedra, porque no es dentro del contenido de una materia concreta, pero es verdad que forma parte de la libertad de expresión docente".

O un caso más reciente, con una sentencia del Constitucional, sobre la ley de interrupción del embarazo, "que se incluyó que en las aulas se dieran clases de igualdad", recuerda Roberto Suárez. "Se recurrió en amparo la sentencia diciendo que era adoctrinar, y el Tribunal Constitucional dijo que no, que no es adoctrinar, porque dentro de la educación están recogida la igualdad y otros valores", subraya, antes de concluir: "Un límite es se puede dar clase, con mis propios criterios, sin límites y sin adoctrinar. Pero luego la enseñanza pública tiene que ser neutral ideológicamente. Eso va a ser siempre un caballo de batalla".

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