Derroche de "temazos" en el Botánico por el fin de curso de Meidinerz

En lo que los organizadores definieron como un festival "de temazos", cerca de 80 alumnos de la escuela de música Meidinerz se subieron ayer al escenario en el Jardín Botánico para una fiesta de fin de curso centrada en una treintena de actuaciones en directo para mostrar lo aprendido. Los estudiantes, de entre 7 y 80 años, sacaron a escena alrededor de un treintena de actuaciones con repertorios variados y en lo que los docentes definen como una cita "casi a ciegas", ya que los alumnos se habían preparado los temas por separado con sus respectivos tutores.

Este festival de fin de curso fue una especie de jornada intensiva: sonó música durante más de tres horas. "Es el tercer año que hacemos esta fiesta en el Botánico, y allí tenemos más espacio", valoraba ayer la profesora Cristina Montull, que puso buena nota a todos los participantes. "Lo hicieron genial. Algunos estaban muy nerviosos, pero fueron muy valiente. Al final esto no va solo de tocar, sino de saber lidiar con los nervios de exponerte a la gente y a un escenario", señaló.

Con la alumna Rosana Llanos actuando como maestra de ceremonias, el festival de ayer sacó a escena disciplinas musicales variadas, destacando la nueva apuesta por el canto –un logro que la escuela atribuye a la docente Raquel García–y un pase de instrumentos de viento. Los estilos musicales que sonaron ayer en el Botánico son imposibles de resumir, pero estuvieron presentes, sin olvidar el jazz, géneros como el rock, el metal y el pop, con temas clásicos y contemporáneos. Antes del pase de ayer, el alumnado se había reunido el viernes para saber con qué compañeros saldría a escena y ensayar. n

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