Barceló y Jambrina, en la cúspide de sus sagas

"Si llegas a un punto en el que escribir es más obligación que diversión, tienes un problema", coinciden ambos autores

Elia Barceló y Luis García Jambrina, ayer, con sus libros. |

Elia Barceló y Luis García Jambrina, ayer, con sus libros. |

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Gijón

De un lado, Elia Barceló con "Cita con la muerte", la cuarta y última entrega de su saga. Del otro, Luis García Jambrina, que en su caso aún disfruta de la penúltima publicación, antes de cerrar su serie de historias. "Siempre tienes esa sensación de que se te olvida algo y no lo cierras bien", confiesa ella, con "Cita con la muerte" en la mano. "Estoy contenta de haber llegado hasta el final y de haber hecho un buen cierre. Los lectores que me han seguido hasta ahora me han dicho que no ha sido una decepción y que les da pena que se acabe", añade. Él, con "El manuscrito de sangre", con otra entrega por delante, confiesa que ya empieza "a contemplar con nostalgia la serie". "Y seguro que, cuando acabe, sentiré la necesidad de escribir algo más", dice.

Lo que sí reconocieron ambos autores es la importancia de "refrescar" entre publicaciones de una misma saga. Ambos suelen intercalar una o dos novelas totalmente diferentes. Y todo bajo una premisa: "Escribir es muy divertido. Si llegas a un punto que escribir es más obligación que diversión es un problema".

Cada uno presentó sus libros en actos individuales en la Semana Negra, pero antes se juntaron en una rueda de prensa, en la que intercalaron valoraciones sobre sus obras y también reflexiones sobre la escritura. "Hay textos que surgen de la inspiración, pero otros tienen un oficio y trabajo", comentó Elia Barceló. "Es como una brújula: si no sabes a dónde vas, no sirve de nada. Tienes que saber a donde dirigirte", apuntó. "Yo diría que es una tontería tener la brújula si no sabes a dónde vas", matizó Jambrina. "En mi caso, a donde me lleve el azar y el camino. Y salir, sale. Nunca falla", añadió.

Respecto a "Cita con la muerte", Barceló indicó que durante la saga se planteó hablar de delitos cometidos contra mujeres. "En este libro he llegado al delito más evidente, lo que sucede cuando cierras la puerta del lugar donde más seguro deberías sentirte. Y en el que, a pesar de tener una orden de alejamiento, el hombre aparece y la mujer lo mata. Y así empieza el libro, confesando el asesinato de su exmarido", desgranó la escritora, que también hizo mención a cómo conjugó esa historia con una contrapartida humorística, dentro del dilema ético.

Jambrina, en "El manuscrito de sangre", recoge "la lucha de poder entre los cardenales favoritos a un cónclave en Roma, tras la muerte del Papa más controvertido de la Historia, Alejandro VI. "Su muerte nunca se aclaró ni se investigó", indicó Jambrina. "Se mezcla esa parte de literatura, con mezcla de novela histórica muy negra, junto con ese trasfondo literario", enfatizó.

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