Brindis, salmón y música por la Armada

La cena del Carmen ya forma parte de los días más señalados dentro del calendario de eventos que impulsa el Real Club Astur de Regatas a lo largo del año. Sin embargo, tal y como afirma el presidente de la entidad, José María Landa, la de este año fue "la más especial de todas" debido al paso por Gijón del "Juan Sebastián de Elcano" y la fragata "Blas de Lezo". "Es una noche (la del viernes) que queda para el recuerdo. Para nosotros fue todo un honor y un privilegio haber tenido a la tripulación con nosotros", resaltaba ayer Landa.

Una treintena de guardiamarinas llegaron de forma puntual, sobre las 21.00 horas, al Club de Regatas. Lo hicieron liderados por el comandante del buque escuela, el capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo, y por el nuevo almirante jefe del Arsenal de Ferrol, Vicente Rubio.

Su indumentaria blanca contrastaba con los trajes oscuros de los socios y autoridades que asistieron a la velada. Durante la primera hora, los presentes estuvieron en la zona exterior de las instalaciones, donde tuvo lugar el cóctel al aire libre. Como aperitivos hubo croquetas melosas de jamón ibérico, gambas en tempura crujiente y chupito de salmorejo de tomate, así como bebidas variadas.

Fue alrededor de las diez de la noche cuando entraron al salón del Club de Regatas. Antes de la cena se realizaron los discursos y la entrega mutua de detalles entre la entidad gijonesa y la Armada. José María Landa concedió unas metopas conmemorativas para recordar la visita a Carreras-Presas y destacó la labor realizada en Gijón por el comandante naval Luis Vicente Márquez, quien será sustituido por Luis Rodríguez Garat el 11 de julio. Por su parte, Carreras-Presas conceció al Club de Regatas un cuadro con la imagen del "Juan Sebastián de Elcano". "El Club y la Armada siempre hemos tenido una vinculación especial. Ellos quedaron encantados. Notan que Gijón es una ciudad que les tiene cariño, que les recibe con los brazos abiertos y que se vuelca con ellos cuando vienen", subrayó Landa.

Además de los discursos del presidente del Club de Regatas, de Carreras-Presas y Luis Vicente Márquez, el guardiamarina gijonés Lucas Granda se encargó de representar al resto de sus compañeros. Su intervención fue breve, pero emotiva. El joven agradeció el apoyo recibido desde que atracaron el jueves a las ocho de la mañana en el espigón II tras seis meses de travesía.

Después de completar un brindis por la Armada, el Rey, España y Asturias, los 300 comensales cantaron la "Salve marinera" y disfrutaron de una cena compuesta por ensalada de salmón marinado, aguacate y salmorejo de tomate; solomillo de carne roja y coulant de chocolate. Tras la cena, jóvenes y mayores bailaron en el interior y en el exterior temas clásicos de los años 80 y 90, pero también canciones de moda como "La morocha" o "Qué hubiera sido". La fiesta se extendió hasta las cuatro de la madrugada.

En la cena, además de los mencionados, estuvo la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y los ediles Jorge González-Palacios, Gilberto Villoria, Nuria Bravo y Rodrigo Pintueles, así como la vicepresidenta de la Junta General del Principado, Celia Fernández. También acudieron, entre otros representantes de la vida política, social y cultural de la región, el comisario de la Policía Nacional en Gijón, Dámaso Colunga; el rector de la Universidad, Ignacio Villaverde y el presidente de las Cofradías y Hermandades, Ignacio Alvargonzález.

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