La Semana Negra, un festival que rueda sin noria pero con "Extazy"

"Es una pena, es algo representativo del verano gijonés", lamenta María José González sobre la ausencia de la gran noria de la Semana Negra. Esa es una de las grandes ausencias de esta nueva edición del festival. Una ausencia que no ha pasado desapercibida a los visitantes más recurrentes: "Se nota que falta algo", dice Azahara Díaz, que, pese a ser de Oviedo y haber venido solamente el año pasado, se acuerda perfectamente de la que era la atracción más llamativa.

Sin embargo, hay cosas que nunca cambian, como la siempre valorada montaña rusa "Ratón vacilón", destacada entre las familias con los niños más valientes. "Fue súper divertido". decía Sandra Fanjul, muy emocionada a los pies del propio ingenio. Una atracción que aspira a ser uno de los grandes reclamos es la "Extazy", una especie de aguja gigante que da vueltas y a la que la gente se sube en una cabina. Lo cuenta, por ejemplo, Brais Barrionuevo, uno de los feriantes, que asegura que "es la más potente". En ello, coincide con Azahara Díaz, quien también destacó la atracción llamada a sustituir a la famosa noria, "The Limit", una especie de tiovivo gigante en el aire.

"Está genial, te sientes como si estuvieses volando", afirma la joven. Esta novedad no estuvo disponible durante parte del día por avería. Por otro lado, para quienes se estrenan en la Semana Negra el ambiente resulta "fantástico" y "agradable", decía, por ejemplo, la lucense Laura Hermida, junto a sus amigas. Ella y su grupo acababan de bajarse de "Adrenaline", una de las atracciones más imponentes y de las preferidas de los visitantes. "Nos daba algo de miedo, pero al final nos ha encantado", decía, emocionada, Daniela Couso, otra de las gallegas que, como el resto de los asistentes, añoran la noria de la Semana.

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