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"Me pegó una cuchillada en el cuello", afirma en Gijón uno de los implicados en una pelea en Carreño

"Me quedé con un trozo de carne tras darle un mordisco", asegura el otro acusado sobre la reyerta, en la que niega haber portado un arma blanca

Los encausados, vecinos, habían tenido desavenencias antes de los hechos, acaecidos en el aparcamiento de la nave de uno de ellos

Los acusados, durante el juicio.

Los acusados, durante el juicio. / S. G.

Con versiones contradictorias sobre lo ocurrido y aludiendo legítima defensa. Así se desenvolvieron este miércoles los dos implicados en una pelea en Carreño, que tuvo lugar en marzo de 2022, durante la vista oral, celebrada en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Gijón. Una reyerta en la que hubo armas de por medio y de la que ambos hombres, acusados por el Ministerio Fiscal en diferentes grados, salieron con lesiones. Los hechos sucedieron en la zona del aparcamiento de una nave propiedad de uno de ellos. "Me pegó una cuchillada en el cuello, conseguí rehacerme y quitármelo de encima", relató esta mañana el varón que resultó peor parado, vecino del otro acusado. Este último, que solo respondió a las preguntas de su abogado, negó que portara un arma y resaltó que actuó para protegerse. "Le di un mordisco y me quedé con un trozo de carne en la boca", aseveró.

Uno de los implicados contó que la relación entre ambos iba "bien" hasta el año 2021 en adelante. Afirmó que, desde entonces, el otro hombre le había causado destrozos en la finca y en las vallas y que, incluso, le tiró piedras contra su furgoneta. Esgrimió que el varón le quería comprar su nave de carpintería y que, al rechazarlo, la relación cambió sustancialmente. "Me dijo que me iba a arrepentir, que me iría por las buenas o por las malas", narró. La fecha anterior a la refriega, este vecino, según el testimonio del hombre, le propinó golpes al portón y le amenazó verbalmente. "Me insultaba y me decía que me iba a matar", indicó. Ya el día de autos, el varón se encontró con el otro encausado en el interior de su propiedad. "Cuando aparqué y bajé, me dio con un palo en la mano y caímos al suelo; me pegó puñetazos en la cabeza y la cara y vi que tenía un cuchillo", subrayó durante el juicio, que quedó visto para sentencia. "Le tenía miedo", admitió.

El varón en cuya finca se produjo el altercado llevaba una prótesis dental. Sostuvo que las agresiones le provocaron la pérdida (no en el propio momento de los hechos) de seis piezas, circunstancia negada por la parte defensora del otro hombre, acusado de un delito de lesiones y por el que se le solicita una condena de tres años y seis meses de prisión, con inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Este declaró que, "contra todo pronóstico", su vecino apareció en el lugar de los hechos, pues él estaba allí al ser el responsable de una casa contigua. "Me dijo que saliera, pensaba que venía a amedrentarme y, cuando estaba a un metro, se abalanzó sobre mí; en mi mente sabía que iba a acabar ante un tribunal, buscaba causarle las menores lesiones posibles", proclamó.

Una "agresión mutua"

En la vista testificaron agentes de la Guardia Civil, un vecino de la zona, peritos y un doctor que trató a uno de los involucrados en la pelea en relación a su salud bucodental. "Un traumatismo no tiene por qué provocar la caída de dientes", sostuvo. Mientras, un forense que realizó un examen médico de la víctima señaló que esta tenía secuelas de una cicatriz producida por una herida de arma blanca. Sobre esta persona recae una acusación de un delito leve de lesiones por el que debe pagar una multa de dos meses con una cuota diaria de ocho euros más las costas. En ambos casos también tendrán que abonar los gastos médicos ocasionados y los intereses legales correspondientes.

El Ministerio Fiscal, concluidos los testimonios, recalcó que "está acreditado que los dos se agredieron mutuamente" y que, a tenor de las palabras de uno de los testigos, "no había una posición predominante". Asimismo, manifestó que "no es necesario encontrar el medio lesivo (en referencia al cuchillo) siempre y cuando las características de la herida sean compatibles". Al respecto, uno de los implicados aseguró que, cuando el arma estaba el suelo, la cogió y la lanzó lejos para que su atacante no pudiera emprender nuevamente con ella. La defensa del varón acusado de penas más graves apuntó que su cliente presentaba lesiones "defensivas", que no fue él quien inició la ofensiva contra la otra persona sino que sucedió a la inversa.

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