Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Un píxel, un árbol, un sueño: Hugo Martínez-Tormo, que perdió su estudio en la dana, mezcla imagen digital, pintura e instalación en un proyecto de La Laboral

El artista anima al espectador a involucrarse en la reforestación a través de la compra de obras de arte

Hugo Martínez-Tormo, en Laboral Centro de Arte, ante una de las instalaciones de "El Bosque". | ÁNGEL GONZÁLEZ

Hugo Martínez-Tormo, en Laboral Centro de Arte, ante una de las instalaciones de "El Bosque". | ÁNGEL GONZÁLEZ

Chus Neira

Chus Neira

Gijón

Nace un bosque en Laboral Centro de Arte. Hugo Martínez-Tormo (Valencia, 1979) trae a una de las salas del centro cultural de Gijón a partir del próximo viernes su último proyecto, tres instalaciones en forma de proyecciones audiovisuales, pieza interactiva y obra pictórica que brotan de una misma raíz: dejar un mundo mejor para las nuevas generaciones, apelar al esfuerzo colectivo para sanar el territorio que habitamos.

"El Bosque", que se podrá ver durante cinco meses, hasta el 21 de marzo, combina ecología, nuevas tecnologías y coleccionismo de una forma muy orgánica y estructurada. A un lado del proceso hay una fotografía cenital de un bosque generada con tecnología digital. Al otro, los 120.000 píxeles que conforman esa imagen materializados en cuadrados de madera de pino de 20x20 centímetros de 9 milímetros de espesor. A través de la web bosquepixelado.com el espectador puede comprar una de esas unidades al precio de coste (20 euros) y por cada una de esas adquisiciones se plantará un árbol en un proceso de reforestación que de momento se desarrolla en la Generalitat valenciana. Cada uno de los dueños de esos píxeles, identificado cada uno con sus coordenadas en la gran fotografía Bosque Pixelado, recibirán también la información del árbol que se ha podido plantar gracias a su acción.

Una de las piezas de la exposición «El Bosque».  | ÁNGEL GONZÁLEZ

Una de las piezas de la exposición "El Bosque". / ÁNGEL GONZÁLEZ

Hugo Martínez-Tormo finaliza estos días su montaje en Laboral y explica la motivación inicial para adentrarse en este "Bosque": "Pensé de qué manera, desde mi humilde posición, podía generar conciencia y cambiar la perspectiva de la gente, que se dieran cuenta de que haciendo poco cada uno se podía conseguir algo grande". Hay varias dimensiones conceptuales y materiales en todo el proceso que plantea. A pie de exposición, en Laboral Centro de Arte, el público podrá ver la fotografía de "Bosque Pixelado", en una proyección que muestra el conjunto y luego realiza un zoom para mostrar los píxeles y se aleja para volver a enseñar el conjunto. Martínez-Tormo partió de una imagen generada por ordenador en 3D. Redujo la resolución para pixelizar la imagen en 2D e indexó los colores para reducir la paleta a 15 registros. Trabajó también la identificación de cada uno de estas tonalidades con las de las paletas de pintura plástica para lograr que los píxeles que pintaría luego se correspondieran al máximo con los de la imagen.

De ese trabajo salen secciones del cuadro compuestas por grupos de 8x6 o 3x2 píxeles, murales que se podrán ver también en Gijón. Cada una de estas piezas está compuesta como un mosaico. Y estos recortes también se pueden adquirir con el precio justo de cada píxel, que incluye la pintura, los materiales, el trabajo, el mantenimiento de la web y el ejemplar que se plantará y el proceso de reforestación.

Otras dos piezas se añaden a esa fotografía central. El vídeo "Real/Unreal" muestra otro bosque generado digitalmente, llena la sala con sonidos de la naturaleza e incorpora tierra procedente de las zonas afectadas por los incendios en Cangas del Narcea, estableciendo un contraste entre lo real y lo simulado y la frontera entre lo real y lo artificial. Por último, "Digital seeds" presenta un gran contenedor con "semillas digitales", elementos dotados de multisensores que a medida que el público meta sus manos y entre en contacto con ellas generarán un árbol digital. "La idea consiste en mostrar que si te ensucias un poco, si no te quedas en la distancia viendo cómo pasan las cosas, si interactúas consigues que al final pasen cosas. Si te pones a ello y te mueves y tienes voluntad, las cosas suceden", argumenta Martínez-Tormo.

Hay en todo el conjunto de "El Bosque" de Hugo Martínez-Tormo una esperanza sincera, una confianza en la capacidad del ser humano para la transformación y para la resiliencia. Las propias circunstancias en las que este proyecto se puso en marcha hablan de ese afán. Martínez-Tormo es de Paiporta. La dana se llevó su estudio, su casa y la mayor parte de su obra. También lo que había empezado a generar para este proyecto. Estuvo varios meses limpiando el barro y después, con la fecha de la inauguración en Valencia cada vez más cerca, encontró refugio en el taller de un artista fallero amigo, Manolo Martín, para pintar píxeles en los 15 colores de la fotografía durante diez horas seguidas durante tres meses.

Así brotó este "Bosque". Martínez-Tormo confiesa que es "un proyecto de vida" su aspiración de reforestar con 120.000 árboles que se correspondan con todos los píxeles de la obra. "Es el equivalente a entre 100 y 110 campos de fútbol", explica para que el público se haga una idea de la ambición del proyecto.

Ingeniero agrícola y licenciado en Bellas Artes, por ese orden, este artista valenciano no pretende en esta exposición profundizar tanto en las poéticas digitales del pixel y sus posibilidades estéticas, que indirectamente consigue, como llamar la atención sobre el uso de las tecnologías y animar a las nuevas generaciones a mirar y tocar el bosque "en vez de jugar al Roblox de turno".

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents