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Un cubano se enfrenta a 22 años de cárcel en Gijón por acostarse con un menor, grabarle en vídeos porno y chantajearle

El procesado trató la misma maniobra con otro joven

El juicio se celebró esta mañana

EL PALACIO DE JUSTICIA DE GIJON.

EL PALACIO DE JUSTICIA DE GIJON. / MARCOS LEON

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Gijón

Penas que suman hasta 22 años de cárcel. A eso a es a lo que se enfrenta un hombre, de nacionalidad cubana, por supuestamente mantener relaciones sexuales con un menor de edad con una leve discapacidad, grabarlo y tratar de chantajearle después. Todo ello lo asegura la Fiscalía que, además, indica que este procesado trató de hacer lo mismo con otro joven también menor de edad.

El juicio se celebró esta mañana en la sección octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón. Fue a puerta cerrada. Según el Ministerio Público, el hombre, nacido en 1984, contactó a primeros de año del 2021 con un menor de edad. La víctima tenía por entonces 16 años y el contacto fue por una red social. A través de una aplicación, cambiaron fotografías y vídeos de carácter sexual.

El relato del fiscal prosigue diciendo que en verano de ese año el procesado y su víctima quedaron en el piso del primero para mantener relaciones sexuales. Esta acusación explica que el menor sí que consintió pero que tiene una discapacidad intelectual leve que le impide tomar decisiones de forma libre. Especialmente, matiza el fiscal, si es bajo presión

Tras esta primera relación, la víctima dijo que no quería tener más encuentros sexuales. El procesado no aceptó esta negativa y le amenazó con difundir las fotos y vídeos que le había enviado por la citada apliación. Es decir, le chantajeó para poder seguir manteniendo encuentros sexuales con él. Según el fiscal, incluso le llegó a decir que se los enviaría a su madre.

Ante eso, el menor siguió quedando con su supuesto agresor hasta enero de 2023. La cosa no quedó ahí ya que, según el fiscal, el cubano procesado por estos hechos llegó a grabar los encuentros sexuales. Tenía una cámara escondida en la habitación donde se producían. La cámara estaba oculta y la víctima nada sabía de ella. Grabó once vídeos.

Misma técnica con otro menor

La cosa no quedó ahí. El fiscal explica que a partir de enero de 2023 el procesado hizo lo mismo con otro menor de edad. Este tenía 17 años. Volvió a contactar por redes sociales con él. Esta víctima le pasó fotos y vídeos de contenido sexual. Con ese material en su poder, trató de chantajearle. En este caso, el menor no cedió. No consta que finalmente las imágenes de este caso fueran difundidas. Las del otro, tampoco.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual, otro de producción de pornografía y de un delito de coacciones. Pide, por tanto, 15 años de cárcel por la agresión sexual, seis por lo de la pornografía y uno por las coacciones. En total, 22 años de cárcel.

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