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El cubano acusado de acostarse con un menor con discapacidad en Gijón y chantajearle con difundir vídeos: "Es un caso de denuncia falsa; las relaciones fueron consentidas y la cámara estaba visible"

La Fiscalía sostiene que el procesado filmó los encuentros y que amenazó con enseñar fotos íntimas en redes

Un juez.

Un juez. / Juan Plaza

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Gijón

Un caso espinoso de presunta agresión sexual, grabación de pornografía y chantajes sexuales. Un cubano se sentó ayer en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial con una petición de condena que suma 22 años de cárcel. La Fiscalía le acusa haber mantenido relaciones sexuales con un menor con discapacidad, de haber grabado en contra de su voluntad esos encuentros y de luego chantajearle con difundir los vídeos y otras fotos íntimas por redes sociales, además de haber intentado lo mismo con otro joven.

El procesado, en el juicio celebrado ayer a puerta cerrada, defendió su inocencia. Aseguró que los encuentros "eran consentidos", incluso que tenían "algún tipo de relación", que él no fue la persona que le amenazó con difundir sus fotos por redes sociales y que los vídeos no se grabaron sin él saberlo ya que "la cámara era visible".

La versión de la Fiscalía es diametralmente opuesta. Lo que indica el Ministerio Público es que el cubano contactó en 2021 con la supuesta víctima por una aplicación de citas cuando este tenía 16 años. A través de esta, se intercambiaron vídeos y fotos sexuales. En el verano de ese año, continua la Fiscalía, la víctima y el procesado tuvieron un encuentro sexual. El menor accedió, pero, explica el Ministerio Público, por su discapacidad tiene problemas para tomar decisiones si se le presiona.

Tras ese encuentro, el menor, según el fiscal, dijo que no quería más. Es entonces cuando, según esta versión, el procesado le amenazó con publicar su contenido sexual en redes. Ante eso, siguieron teniendo relaciones hasta el 2023. El procesado grabó once vídeos pornográficos de los encuentros con una cámara sin que el menor lo supiera. Amenazó con pasárselos a su madre. Hubo otro caso, en enero del 2023 con otro menor de edad con el que siguió el mismo plan. Se pasaron fotos por redes sociales y le chantajeó para tener sexo. Este no accedió.

La versión del procesado

El procesado asegura que es "un caso de denuncia falsa". Explica que los denunciantes son amigos. También, que las relaciones fueron consentidas y que el menor, pese a su discapacidad, era capaz de elegir. Se basa en el informe forense, que, entre otras cosas, dice que la primera víctima mantiene relaciones desde los 13 y que se da de alta en aplicaciones de citas con perfiles falsos. También, que tiene capacidad para consentir, pero que si ve amenazado puede ceder, aunque no sea su deseo.

Alega que el chantaje lo hizo otra persona y que él llegó a dejar dinero a la madre de la víctima. Las imágenes sexuales, reconoce la Fiscalía, no se difundieron. Se enfrenta a un delito de agresión sexual, por el que se le piden 15 años; a uno de producción de pornografía, por el que se le piden seis y otro de coacciones, uno. La acusación particular pide lo mismo.

Una caso con dos enfoques

La Fiscalía. El Ministerio Público sostiene que el procesado contactó por una aplicación de citas con la primera víctima, cuando tenía 16 años. Se pasaron fotos y mantuvieron un encuentro sexual. Luego, el menor no quiso más y el acusado le amenazó con difundir fotos y vídeos de los encuentros.

El acusado. Asegura que es una denuncia falsa. Niega los chantajes y asegura que las dos víctimas son amigos entre sí. También que los vídeos se grabaron con permiso.

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