En libertad el argelino detenido por golpear a un policía gijonés en el Antiguo de Oviedo: niega haberle tocado, ni que se estuviese abusando de una joven

Quedó en libertad provisional. El argelino, único detenido por la brutal paliza a un policía nacional gijonés en Oviedo, pasó ayer a disposición judicial tras su arresto y ya está en la calle. El juez ha decidido dejarlo en libertad a la espera de juicio. La investigación por estos hechos sigue abierta. La Policía Nacional sigue buscando a otros posibles responsables de la paliza que sufrió el agente, que medió para evitar que una mujer sufriera abusos en una conocida discoteca de Oviedo. Ahora se está analizando las imágenes de las cámaras de seguridad para arrojar luz a este incidente.

El incidente ocurrió en un conocido establecimiento hostelero de la calle Ildefonso Martínez de Oviedo, sobre las siete de la mañana de este sábado. El agente, que trabaja en la comisaría de El Natahoyo, se encontraba con dos unos amigos en el establecimiento, cuando uno de ellos le alertó que había visto a dos chicos «en una actitud bastante obscena con una joven».

Cuando quiso impedir que siguiesen aprovechándose de la mujer, recibió un puñetazo por la espalda, cayó al suelo y allí le golpearon sin tregua, rompiéndole la nariz y causándole otras lesiones.

No dijo que era policía

Según el único detenido por los hechos, los hechos se produjeron de manera muy distinta. El argelino indicó que había dos jóvenes bailando con una mujer, entre quienes no se encontraba él. Otro hombre se fue hacia ellos, sin decir en ningún momento que fuese un funcionario de policía, añadió el argelino en su declaración, en la que estuvo asistido por el letrado Jorge García Gómez. Añadió que la mujer no sufrió abusos en ningún momento, y de hecho terminó yéndose con él a casa, con total libertad. La defensa del argelino considera que las imágenes captadas por las cámaras del establecimiento demuestras que no hizo nada.

El agente, por su parte, sostiene que decidió actuar al ver que la mujer no estaba «en plenas facultades» por la ingesta de alcohol. Uno le cogía la cabeza y la besaba, mientras el otro se frotaba por detrás y le tocaba las partes íntimas. Señalan los testigos que hasta le subió la falda.

Ante esta escena, el agente interpelo a la joven, momento en el que uno de los varones le interceptó y le dijo que les dejase en paz. Cuando el policía intentó hablar con la joven, el otro de los implicados trató de llevársela hacia la barra. Fue entonces cuando el afectado se identificó como Policía Nacional, advirtiendo que quería hablar a solas con la joven para ver si en efecto se encontraba bien y si la escena era consentida.

En ese momento, de forma sorpresiva, al policía le atacaron por detrás. Cayó al suelo, donde empezaron a propinarle golpes y patadas por todo el cuerpo. Eso motivo una fractura del tabique nasal y el traslado en ambulancia hasta el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La agresión cesó cuando intervino la seguridad del establecimiento.

Jupol ha pedido medidas urgentes para evitar que estos casos vuelvan a suceder.

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