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Los tres puntos de Gijón que superan los niveles de calidad acústica tanto por el día como por la noche

El informe de Medio Ambiente revela que el impacto acústico es "significativamente mayor" las noches del fin de semana y, "en menor medida", también "día y tarde"

Ambiente en la calle Begoña la noche del pasado sábado.  | LUISMA MURIAS

Ambiente en la calle Begoña la noche del pasado sábado. | LUISMA MURIAS

Gijón

Marqués de San Esteban como eje del área de Fomento, la calle Begoña en el corazón de la Ruta de los Vinos y la plaza de la Corrada, en Cimavilla, son tres puntos clave en el ocio de los gijoneses. Una realidad común que tiene sus consecuencias al oído. Para empezar, las tres zonas comparten la singularidad de que los niveles de ruido que soportan son mayores de noche que de día. Para seguir, coinciden en que el ruido los fines de semanas es "significativamente mayor" que por semana. Y, sobre todo, comparten la negativa realidad de que a lo largo de toda la jornada se superan en ellas los denominados objetivos de calidad acústica (OCA), cuantificados en 65 decibelios A para el día y la tarde y 55 para la noche. "Ampliamente durante la noche y también, aunque en menor medida durante los periodos de día y tarde", indican los expertos al hablar de esa superación

Estas son algunas de las conclusiones a las que se ha llegado en el estudio realizado por la ingeniería acústica Audiotec a petición del área de Medio Ambiente, encabezada por el edil popular Rodrigo Pintueles, sobre la evolución del ruido ambiental en zonas de ocio de la ciudad. La concejalía buscaba los datos objetivos que dieran soporte a lo que hasta ahora era una percepción sin aval cuantitativo y, al tiempo, sirvieran de base a la toma de decisiones para intentar mitigar el problema. Los datos ya están sobre la mesa de técnicos y político.

El estudio, elaborado a partir de mediciones realizadas de manera continuada entre el 12 de junio y el 21 de septiembre, incorpora un cuarto apartado centrado en la zona de Hermanos Castro. Allí, lo que se ha medido es el impacto en el entorno de los conciertos celebrados dentro de la programación de Gijón Life y el Tsunami Xixón. Tanto del ruido que genera el espectáculo musical como el que surge antes y después por el montaje y desmontaje del escenario y las pruebas de sonido.

En cuanto a las tres zonas de ocio en el casco urbano, los mayores niveles de ruido se detectan en la Ruta de los Vinos. Es la zona con más presencia de ruido por la noche con una media de 73,1 decibelios. Dos puntos por encima de Cimavilla y cuatro sobre la media registrada en Marqués de San Esteban. Que esta última sea la única de las tres áreas analizadas que no es peatonal justifica que sea la que registra más ruido en las horas de día. Ruido vinculado al tráfico rodado.

Calles peatonales o con tráfico

Que la actividad hostelera es lo que marca el ruido en la calle Begoña queda claro al ver en las gráficas que, de lunes a jueves y en el tramo de mañana, los niveles están por debajo de esos 65 decibelios que se fijan como tope. Una situación que cambia radicalmente por las tardes superándose los 70 decibelios los días de semana y los 75 fines de semana. Fundamentalmente viernes y sábado, se específica en el informe. Hay tardes que, pese a ser peatonal, en la calle Begoña hay más ruido que en Marqués de San Esteban con coches pasando.

En la plaza de la Corrada, el punto de control que se puso en Cimavilla, es la tarde el periodo con mayores niveles de ruido de lunes a jueves. Aunque tanto de tarde como de noche se vieron superados durante el periodo de estudio los objetivos de calidad acústica y esa superación es aún más evidente de viernes a domingo. El estudio también destaca en el análisis de La Corrada la gran diferencia que hay entre los niveles mínimos y máximos de ruido diario. Si no hay actividad de ocio y hostelería no se pasa de 40 decibelios, lo que ejemplifica la tranquilidad de la plaza en cuanto a la vida vecinal ordinaria, pero cuando hay actividad "los niveles de ruido máximos se disparan por encima de los 80".

Por encima del tope de los 65 decibelios que se fijan para el día se coloca la calle Marqués de San Esteban todos los días del año. El rango habitual está entre 66 y 69 decibelios. Un ruido que viene del tráfico. La tarde es similar al día con un incremento de unos decibelios. Y la noche ese ruido del día y la tarde se reduce en tres decibelios. Eso de lunes a jueves.

El problema llega con el fin de semana y aquí es donde al tráfico se le suma la actividad de ocio. Las noches de los viernes, sábados y domingos el ruido alcanza de media los 72 decibelios. Muy por encima de los objetivos de aplicación. Los niveles de ruido registrados entre la una y las cinco de la madrugada del viernes al sábado están en el rango de los 71-75 decibelios.

¿Y qué pasa con Hermanos Castro y su uso veraniego como punto festivo? El informe parte del reconocimiento de la zona como una zona tranquila desde el punto de vista acústico "cumpliéndose sobradamente los objetivos de calidad acústica de aplicación en la normativa vigente" para pasar luego a explicar que "los niveles se incrementan enormemente cuando se producen actuaciones musicales de gran formato". Unos incrementos que colocan el registro 25 decibelios por encima del tope estipulado.

Análisis de los técnicos

En este caso, el informe concreta dos problemas importantes. Uno tiene que ver con el impacto sobre las viviendas del entorno. "En las edificaciones colindantes con el parque los niveles de ruido superan holgadamente los valores objetivo de calidad acústica y los valores límite de inmisión aplicables a actividades y también se estima que se superen los niveles máximos en las edificaciones de la avenida de Castilla y Torcuato Fernández Miranda más cercanas al recinto", se indica en el estudio. Y otro, que tiene que ver con la fórmula para solucionar el problema. "Considerando que esta tipología de actividades genera niveles de ruido muy elevados, y dado que el parque en donde se realizan las actividades se encuentra en el núcleo urbano, no es posible establecer medidas preventivas o correctivas viables económicamente que garanticen el cumplimiento de los valores límite", se sentencia.

El plan de acción, en fase de información pública

Ahora mismo está en fase de información pública la actualización del Plan de acción en materia de contaminación acústica. Un plan cuyo eje estratégico se centra en la gestión de zonas de ocio y el control de actividades de ocio para intentar minimizar las molestias. Entre las acciones está potenciar la formación de la Policía Local en materia de ruido creando un grupo especializado en esa materia. Pero también controles de licencias, limitación de horarios, normas más restrictivas para el funcionamiento de nuevas actividades, incremento de la presencia policial, campañas de monitorización de ruido, campañas de sensibilización... El plan habla de control de zonas, pero también de control de actividades de ocio. Y en este apartado la intención es vigilar desde cumplimiento de la normativa en fiestas y festejos populares a la revisión de las autorizaciones que da el Ayuntamiento para las terrazas hosteleras en vía pública.

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