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La defensa de los acusados de la violación del Carmen: "Nos sentimos más fiables"

La Fiscalía y la acusación mantienen sus peticiones de cárcel para los cuatro portugueses n Inclán asegura que un informe psiquiátrico avala la versión de los lusos

Germán Inclán, ayer, tras el final del juicio.  | P. P.

Germán Inclán, ayer, tras el final del juicio. | P. P.

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Gijón

"Nos sentimos mucho más seguros, mucho más fiables y mucho más tranquilos de lo que podríamos estar al final de la primera sesión". Con estas palabras se expresó ayer Germán Inclán, el abogado que defiende a los cuatro jóvenes portugueses acusados por dos chicas de la violación del Carmen, al término de la segunda de las dos sesiones de un juicio ya visto para sentencia. La segunda vista oral, que duró hasta más allá de las dos de la tarde, cosa infrecuente en la sección octava de la Audiencia Provincial donde se juzgan los hechos, constó de la declaración de los cuatro acusados, que hablaron en último lugar, así como de pruebas de psiquiatras y del centro de crisis de víctimas de abusos sexuales, así como de las conclusiones de las partes.

La Fiscalía, la acusación particular y la defensa elevaron a definitivas sus conclusiones previas. Las tres partes persisten, cada una en su versión, de lo que pasó en ese piso turístico de la calle Pedro Duro en julio de 2021. Mientras que para el Ministerio Público los cuatro acusados habrían cometido delitos de abuso sexual, por los que se les pide penas que van desde los 15 meses a los diez años de cárcel, para la abogada que representa a las dos víctimas, Loreto Rodríguez (quien volvió a rechazar hacer cualquier tipo de declaración), los portugueses son culpables de agresión y abuso sexual. Pide para ellos penas que suman 42 años y medio de cárcel. Para la defensa, son inocentes porque las relaciones sexuales "fueron consentidas".

Inclán, explicó él mismo, invirtió casi hora y media en leer sus conclusiones. En ellas, se explayó, se dedicó a enumerar lo que para él fueron contradicciones "cuando no mentiras" de las dos denunciantes. También volvió a criticar que, según él, las dos supuestas víctimas respondieron con evasivas a las preguntas comprometidas. Volvió a tirar de comparativa para decir que usaron "la estrategia de Cristina de Borbón. Es decir, responder con ‘no sé, ‘no me acuerdo’, pero con la salvedad de que la Infanta era acusada y podía mentir y que ellas, al ser testigos, tienen la obligación de no ser evasivas", afirmó. "Más cuando no solo denuncian, sino que se personan con abogado de acusación particular. Mis clientes se juegan, uno de ellos hasta 22 años de cárcel, casi la edad que tiene, así que se les puede exigir que hagan un esfuerzo de memoria", añadió.

El letrado de la defensa también prestó atención a pruebas que, a su juicio, vienen a demostrar la inocencia de sus representados. Una de ellas sería la declaración de un psiquiatra, citado por su parte, que afirma que la declaración de los portugueses es "‘probablemente cierta’. "Y con probablemente cierta no quiere decir que no se está muy seguro de si lo es o no. Sino que se trata del escalón más alto que científicamente se puede demostrar si una persona fabula, tiene una ensoñación o se inventa las cosas", afirmó.

Por contra, cargó contra la coordinadora del centro de crisis que habló del estrés postraumático que tendrían las víctimas. "Estos psiquiatras emiten informes tasados por la ley. No como la coordinadora, que, con todos los respetos para ella, no es nadie para decir si tienen estrés postraumático o si fue agredida. Lo que tiene que hacer es salir detrás de la pancarta y seguir cobrando dinero público, cosa que ya nos molesta bastante a los españoles, en vez de contaminar un proceso judicial", aseveró Inclán, tras una vista a puerta cerrada.

El letrado aseguró que sus clientes "habían declarado la verdad" y que él cree en su versión porque "ya les explicó que él no defiende a violadores per sé". También insistió en las contradicciones sobre cómo sucedieron los hechos que tuvieron, a su juicio, las víctimas e indicó que los acusados "tienen la conciencia tranquila, porque no han hecho nada malo". "Son portugueses, no mongoles. Saben que violar es un delito en cualquier país del mundo. ¿Qué conciencia de culpa van a tener cuando –tras lo sucedido– se echaron a dormir, le dieron su Instagram a una de ellas, y los detuvo la Policía a la mañana siguiente", se cuestionó.

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