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El nuevo parque de Bomberos de Gijón proyecta áreas modulares para simulacros

La redacción del plan contempla que la franja que iba a destinarse a un parking se reconfigure con estancias para entrenar excarcelaciones y rescates

Finca en Roces que acogerá el nuevo parque de Bomberos | JUAN PLAZA

Finca en Roces que acogerá el nuevo parque de Bomberos | JUAN PLAZA

Roces

La redacción del proyecto que sentará las bases del futuro nuevo parque de Bomberos avanza y desde el área de Arquitectura se plantea ahora la posibilidad de destinar la franja de servidumbre que debe dejarse libre de construcciones en su linde con la carretera como espacio para crear, con estancias modulares, nuevas áreas de entrenamiento. Fuentes municipales señalan que desde el servicio de Bomberos han hecho ya en varias ocasiones hincapié en la importancia de que la nueva sede apueste de manera especial por una infraestructura adecuada a la realización de prácticas, y el objetivo ahora es diseñar un espacio que permita realizar simulacros de intervenciones concretas como excarcelaciones y otros rescates que implican la aplicación de dispositivos especiales.

En la redacción de este proyecto, que se está realizando a manos de técnicos del propio Ayuntamiento para ajustar las cuestiones técnicas que vayan trasladándose desde el servicio de Bomberos, se mantiene una idea que contaba LA NUEVA ESPAÑA ya en agosto del año pasado: que el parque incorpore una gran torre de prácticas para que los trabajadores puedan ensayar dentro del recinto los protocolos de rescates en altura e intervenciones por incendios en domicilios. El parque actual ya tiene una torre, pero está envejecida –se va a reparar en parte con los próximos presupuestos– y se queda corta tanto en altura como en las posibilidades prácticas para hacer ejercicios.

Aclaran desde el Ayuntamiento que esta nueva torre será una edificación "permanente" y estará ubicada fuera de esta franja más próxima a la carretera, integrada en el propio parque. La infraestructura modular se contempla como un añadido a ese servicio de la torre y se diseña de esta manera para cumplir la ley vigente, que impide edificar estos tramos por una cuestión de seguridad vial. Con un sistema modular, explican en el Consistorio, las posibilidades del espacio serían también más amplias, porque la estructura podría adaptarse a fines diversos. Por ahora, se barajan como ideas crear espacios para los citados ejemplos de excarcelaciones y simulacros.

El futuro de esa franja estaba por decidir. Para ella se había llegado a contemplar habilitar un aparcamiento disuasorio para el entorno de Nuevo Roces, si bien el plan acabó decayendo porque a los vecinos no les gustaba la idea –consideraban que les quedaba lejos del barrio– y porque los propios bomberos pidieron que toda la finca quedase reservada para su servicio, una petición que la edil Nuria Bravo abanderó como propia para reconducir un plan de usos que desde hace ya meses es exclusivo para los bomberos.

La plantilla señaló en su día que ese recinto más pegado a la carretera también resultaba de interés para la realización de maniobras. El Ayuntamiento, por su parte, está conforme con el cambio porque entiende que todo el terreno quedará "aprovechado en su conjunto".

Los técnicos municipales trabajan estos meses en el proyecto básico del plan. Es previsible que la redacción del proyecto de ejecución acabe elaborándose también desde el Ayuntamiento, aunque se valora contratar una asistencia externa para algunos detalles del mismo. Si todo va bien, el proyecto quedará definido el año que viene y las obras comenzarán a inicios de 2027.

El terreno de esta nueva sede, tal y como publicó este periódico, ocupa 14.000 metros cuadrados y está a pocos metros del actual parque, en Roces, entre la Autovía del Cantábrico y la carretera Carbonera, una ubicación que garantiza que el servicio no vea ralentizado su tiempo de respuesta tras su mudanza.

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