"Truco o trato" en El Natahoyo: "Todo lo que sean caramelos gratis nos encanta"

Una decena de comercios del entorno de la calle Dos de Mayo repartieron durante la tarde caramelos y gominolas entre cientos de niños disfrazados de brujas, fantasmas y personajes de película

“Truco o trato”: las calles de El Natahoyo vibran con Halloween

VÍDEO: Alicia García-Ovies / FOTO: Juan Plaza

“Truco o trato”. Dos sencillas palabras que este martes causaron auténtico terror en El Natahoyo. Los comerciantes tuvieron que hacer frente a los más terroríficos personajes en una jornada cargada de miedo, pero también de diversión. Las brujas, los vampiros y los demonios abandonaron sus habituales escondites para hacerse con todos los caramelos del barrio. “Es muy divertido”, aseguraron.

La jornada tenía todos los ingredientes para ser inolvidable. Por un lado, el colegio Atalía celebró su fiesta de Halloween con talleres y actividades antes de un enorme puente que se extenderá hasta la próxima semana y, por otro, los comerciantes impulsaron por cuarto año consecutivo un “Truco o trato” que cada vez gana más adeptos. Tanto niños como adultos.

“Nos gusta mucho disfrazarnos y, sobre todo, lo de los caramelos gratis”, sentenciaba Jorge García, de 9 años. Este pequeño actor decidió en esta ocasión meterse en la piel del Joker. “Este año tenía decidido el disfraz, yo es que soy de ideas muy claras”, afirmó. A su lado, sus compañeros Mateo y Samuel Martín, Nela Alonso, Pelayo Fernández y Alicia Nistal hacían cola frente al establecimiento de Manumar Descanso para seguir incrementando su tesoro de gominolas y chocolates. “Tenemos pocos porque acabamos de empezar, luego iremos a la fiesta del colegio”, explicaron.

Las colas frente a los establecimientos fueron una constante durante toda la tarde. Allá donde se enfocase la vista podían verse monstruos de todos los tipos. Niños sin cabeza, fantasmas, demonios con mujeres listas para cocinar en grandes calderos, terribles enmascarados y personales de las películas más taquilleras, como Beetlejuice o Chucky. “El disfraz lo vio mi madre por TikTok y decidió hacerlo”, apuntó Eduardo López, quien salió de su casa con la cabeza de una bandeja dorada.

Porque el espíritu de Halloween traspasa cualquier edad. “Como hacen fiesta en el colegio siempre venimos, este año además es el primer año de Leo en el centro. Son actividades que están muy bien porque al final te contagia y los padres también nos disfrazamos”, destacó Natalia Fernández, cuyo hijo iba disfrazado de un llamativo lobo.

Verónica Silacci tampoco dudó en acompañar a sus hijos, Adrián y Aarón en esto de disfrazarse. “Hice el disfraz esta mañana porque no sabía que ponerme”, reconoció. Aunque viéndola cualquiera lo diría. La vecina de El Natahoyo iba caracterizada con un cuchillo en la cabeza, como si un demonio hubiese conseguido asesinarla y meterla en una olla para que fuese su cena. 

La pequeña Lidia Sastre Vigil, de 7 años, apostó por este año por disfrazarse de vampira. “Es una forma de apoyar a los establecimientos del barrio y hacer calle. Esta no es una zona muy comercial y con todos los peques en la calle se consigue darles promoción”, opinó su madre, Andrea Vigil.

Si los participantes en el “Truco o trato” estuvieron encantados con la iniciativa, los comerciantes no fueron menos. En Inmobiliaria Castillo, Ángeles Trapote y Carmen García no paraban de repartir caramelos. “Tenemos 600, esperemos que den”, comentaron. El año pasado recorrieron los establecimientos participantes más de 450 niños. Ambas se disfrazaron especialmente para la ocasión, al igual que hizo Rosalía González, de Rosalía Arreglos y Costuras, o Vanesa Renco y Maylen Suárez, de V. Renco Fotografía.

En esta edición también participaron Bodega Anxelín, British Academy, Copistería Atalía, El Buen Pan, Farmacia Cristina Noval, Librería Ámez y Peluquería Ana Marta.

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