Esta es la historia de la nueva sede de la vocalía de la mujer de la asociación de vecinos de La Calzada

Un espacio con memoria

Vista del solar donde se encontraba la sede de Cultura e Higiene.

Vista del solar donde se encontraba la sede de Cultura e Higiene.

Luis Miguel Piñera

Luis Miguel Piñera

Los metros cuadrados de la calle de Carlos V donde desde ahora tiene su espacio la vocalía de la mujer de la Asociación de Vecinos "Alfonso Camín" de La Calzada, es un lugar de memoria. Allí mismo tuvo su sede, desde el año 1919 hasta 1937, la emblemática Asociación Popular de Cultura e Higiene de La Calzada Alta (El Cerillero). En el año 1913 se fundó esa asociación en una casa, una antigua panadería propiedad de José González Piñón, a la altura del número 155 de la actual avenida de La Argentina. Ese primer local de Cultura e Higiene en el barrio tenía salón de actos, secretaría y biblioteca con dos mil volúmenes. 

Más tarde pasó a otra casa en lo que hoy es la calle de Carlos V. En ese mismo lugar que nos ocupa. Ahí estuvo durante 18 años la emblemática sede de Cultura e Higiene, en una calle hno hace falta explicaciónh que pasó a llamarse calle de La Cultura, no tenía otro nombre anterior. Tras la guerra civil fue la calle A (El Cerillero) y desde 1941 es la calle de Carlos V.

La inauguración oficial de ese nuevo local de Cultura e Higiene (de planta baja, con un jardín en la parte trasera) tuvo lugar a comienzos del año 1919. En realidad en el Ateneo Obrero de La Calzada (1904) y en Cultura e Higiene de La Calzada Alta (1913) comenzó el asociacionismo vecinal en la zona. La sede de Cultura e Higiene fue clausurada en octubre del año 1937 cuando se incautaron todos sus bienes. 

Vista actual.

Vista actual. / Lne

Pero pasó una cosa. Miembros de la entidad entre otros Luis Quirós y Ramón Junquera, el primero socio y el segundo directivo responsable de la biblioteca de la sociedad, decidieron seguir pagando las mensualidades y la contribución. Eso lo hicieron durante más de veinte años. Evitaron así que el edificio pasase a nuevas manos y cambiase de destino. Ya en la década de 1960 la casa se derribó pero la entonces recientemente inaugurada Asociación de Vecinos "Alfonso Camín" siguió pagando la contribución municipal del solar. Eso fue hasta finales del siglo pasado cuando pasó a ser propiedad municipal, y luego vino el edificio que hoy vemos. Durante muchos años vimos toda la calle Carlos V edificada salvo ese solar. 

Esa es la historia. Un ejemplo de cultura popular y de fuerza vecinal. En ese espacio nunca hubo otra cosa que vecinos y vecinas organizándose, o simplemente resistiendo cuando organizarse legalmente no era posible.

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