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Lonja Gijón, sin deuda tras amortizar anticipadamente todos sus préstamos

La rula de El Musel devolvió en septiembre, con cuatro años de antelación, los créditos concedidos por los socios en 2017 y 2018 para evitar la quiebra

Un momento de la subasta de bonito en la lonja de Gijón la pasada temporada.

Un momento de la subasta de bonito en la lonja de Gijón la pasada temporada. / Juan Plaza

Lonja Gijón Musel, la sociedad que explota la rula de El Musel, ha liquidado todas sus deudas, tras haber amortizado con cuatro años de antelación los préstamos que en 2017 y 2018 le tuvieron que conceder sus socios para evitar la quiebra de la empresa, que se encontraba en causa de disolución principalmente por los pufos que habían dejado dos clientes mayoristas. En 2018, precisamente, cambió la dirección de la sociedad, con la incorporación como su gerente, a mediados de aquel año, de Isabel Pacios Fernández.

Los impagados ya habían comenzado a aflorar en 2015, llevando a la lonja a tener que solicitar un préstamo a un pool bancario por 1,7 millones de euros, con vencimiento en 2023 y que ya fue liquidado. Aquel préstamo no fue suficiente para reflotar la lonja, que está participada por socios públicos y privados –el que tiene un mayor porcentaje en el accionariado es la Autoridad Portuaria de Gijón– lo que llevó a tener que recurrir a préstamos, en este caso concedidos por los propios socios. La mayor aportación la realizó la Autoridad Portuaria de Gijón, con un total de 928.000 euros, no sin tener antes que esforzarse en convencer a Puertos del Estado para que autorizara la concesión de esos préstamos. La Sociedad Regional de Promoción del Principado (SRP), también estuvo entre quienes aportaron fondos en aquel momento.

Esos préstamos otorgados por los socios, con fecha de vencimiento en 2028, son los que se han acabado de devolver el pasado septiembre, mes en el que la lonja cierra su ejercicio económico. "Ahora mismo no hay ningún tipo de endeudamiento ni con los bancos ni con los socios", señala la gerente de la lonja, Isabel Pacios Fernández.

Desde que en 2015 comenzaron a aflorar las deudas de la sociedad, Lonja Gijón recibió 2.755.000 euros de préstamos. Todos están ya devueltos. El punto de inflexión para lograr la viabilidad de la lonja gijonesa fue el respaldo financiero por parte de los principales socios en el momento más crítico. A esto se sumó la gestión y también hubo el golpe de fortuna de las buenas costeras, en especial las del bocarte, que aportaron ingresos millonarios a la lonja de El Musel en varios años. "Esperemos que no nos deje de acompañar la suerte y la buena gestión", señala Isabel Pacios.

La evolución económica de la sociedad en los últimos diez ejercicios –de septiembre a septiembre de cada año– ha sido la siguiente: Entre 2015 y 2018 se acumularon cuantiosas pérdidas, que superaron los 1,20 millones de euros. Tres de esos ejercicios se cerraron con números rojos: 2015 con unas pérdidas de 405.715,65 euros; 2017 con 728.525,88 euros de resultado negativo y 2018 con otros 102.192,97 euros en rojo. Solo hubo beneficios en 2016, de apenas 30.575,59 euros.

La situación cambió radicalmente a partir del ejercicio 2019, cuando volvió a haber pérdidas, pero de apenas 18.193,91 euros. Desde entonces, los resultados han sido positivos: 309.732,95 euros de beneficios en 2020; 1.087.983,19 euros en 2021; 621.859,53 en 2022; 242.829,61 en 2023 y el ejercicio de 2024 se cerró con un superávit de 476.965,71 euros.

Además del servicio que da al sector pesquero, la consolidación de la lonja gijonesa también es importante desde el punto de vista de la sostenibilidad, al ofrecer pescado de "kilómetro cero", un producto como el pescado que es la proteína animal que menor impacto tiene en la huella de carbono y un alimento saludable.

5 años seguidos con beneficios

  • 2015: -405.715,65
  • 2016: 30.575,59
  • 2017: -728.525,88
  • 2018: -102.192,97
  • 2019: -18.193,91
  • 2020: 309.732,95
  • 2021: 1.087.983,19
  • 2022: 621.859,53
  • 2023: 242.829,61
  • 2024: 476.965,71
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